La interpelación del ministro de Salud
Premunido del escudo protector que la Comisión de Fiscalización del Congreso emitió previamente exonerando al Ministro Salud de cualquier responsabilidad penal, sobre el caso de la adquisición irregular de productos por parte del Seguro Integral de Salud, Carlos Vallejo pasó “piola” la interpelación solicitada por la bancada nacionalista y la de UPP.
Como se recordará los parlamentarios apristas hicieron la finta de acusar constitucionalmente al presidente de la citada comisión, Francisco Escudero, por haber filtrado a la prensa una moción que determinaba la responsabilidad penal del ministro. El propio presidente del Consejo de Ministros salió en defensa del titular de Salud, diciendo que eso era una infamia. Hábilmente los apristas maniobraron políticamente para amedrentar a la comisión investigadora consiguiendo el vital escudo protector que blindaba al ministro.
El ministro de Salud, Carlos Vallejos responde a pliego interpelatorio en el Pleno del Congreso.
Con ese escudo que los congresistas apristas le habían conseguido luego de maniobrar en la comisión parlamentaria que lo investigaba que determinó que el ministro no tenía responsabilidad penal en los últimos escándalos sucedidos en el Ministerio de Salud y en el Seguro Integral de Salud,
y con el adelanto de la bancada de Unidad nacional y de Alianza Parlamentaria, expresando que no apoyarían la eventual censura de Carlos Vallejo Sologuren, un fortalecido ministro logró sortear el proceso interpelatorio.
El ministro de Salud, Carlos Vallejos, respondió un pliego interpelatorio de 44 preguntas referidas a 3 temas fundamentales: el contagio de pacientes con el VIH luego de haber recibido una transfusión de sangre en algunos nosocomios del Estado, la fallida compra de ambulancias; y las adquisiciones sobre valoradas de raciones alimenticias y otros artículos por parte del SIS.
Si bien es cierto, el ministro ha salido bien librado del proceso interpelatorio, creemos que tiene responsabilidad política por los sucesos escandalosos que se han suscitado en su portafolio, por lo cual debería dar un paso al costado.
Ahora la comisión parlamentaria que exonera al ministro, le echa toda la “pelota” al ex viceministro José Calderón y a los funcionarios en prisión del SIS. ¿Pero es que acaso el ministro no nombró al viceministro en desgracia? Por boca del mismo ministro, dijo en su momento que se arrepentía de haber nombrado al ex director del SIS Julio Espinoza Jiménez, quien acusó al ministro de conocer las adquisiciones cuestionadas para las víctimas del terremoto.
No se puede señalar ligeramente que el ministro Vallejo esté comprometido penalmente en los escándalos en Salud, pero tiene responsabilidad funcional por los mismos.
El partido de gobierno al iniciar su gestión hizo alarde de promover la meritocracia, y ahora vemos como se han manejado los recursos del SIS como si fuera la chacra personal de los funcionarios nombrados por este gobierno, entre ellos José Vega Díaz y Ricardo Corcuera Rodríguez, jefe de Administración y jefe de Planeamiento y Desarrollo del SIS respectivamente, uno de ellos hasta tendría un diploma falsificado que lo acredita como profesional.
No es de extrañar entonces que las cosas en el Ministerio de Salud estén “patas arriba”, por lo que el presidente García debería cumplir su promesa de cortarle la cabeza al próximo ministro que tuviera serios cuestionamientos. Muy por el contrario los apristas se las ingenian para blindarlos, como en los casos de los chamuscados ministros de Salud y del Interior. Mientras tanto la popularidad presidencial sigue en picada por estos apañamientos de ministros poco idóneos para los cargos, que está demostrado les queda bastante grandes.
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