Hugo Chávez fabrica su constitución a la medida para reelegirse indefinidamente

El proyecto de reforma constitucional aprobado en la madrugada de ayer por la Asamblea Nacional de Venezuela garantizará como a ningún otro gobernante en la historia del país amplios poderes dictatoriales para el presidente Hugo Chávez, a través de un complejo modelo que busca instaurar el "socialismo bolivariano''.

Un manifestante camina el martes pasado por las calles de la capital venezolana frente a una marcha de estudiantes contra la reforma constitucional. AFP

Por primera vez, las más importantes funciones de gobierno en materia política, económica, social y militar, estarán bajo la autoridad discrecional del mandatario venezolano, por encima de los demás poderes del Estado.

Según los 69 artículos incluidos en el proyecto de reforma --cerca del 20 por ciento de los 350 artículos contenidos en la actual constitución--, Chávez podrá, entre otras atribuciones, declarar estados de emergencia y suspender garantías constitucionales sin limitaciones de tiempo, y manejar personalmente las reservas internacionales y los ingresos petroleros sin rendir cuentas.

También podrá designar a dedo a vicepresidentes que administrarán prácticamente los asuntos de gobierno en las regiones incluidas en la nueva ''geometría del poder'', convirtiendo a alcaldes y gobernadores electos en figuras decorativas.

De acuerdo con el modelo propuesto por la reforma, las políticas fiscal, monetaria, cambiaria y presupuestaria solamente dependerán de Chávez, debido a la eliminación de la autonomía del Banco Central de Venezuela.

La Asamblea venezolana que dio el espaldarazo a la reforma está dominada en su casi totalidad por parlamentarios chavistas.

La concepción democrática de que el poder tiene su origen en el voto popular, resultó modificada en el proyecto de reforma para dar paso a una idea de poder popular ''que no emana de soberanía alguna, ni es electo, sino que se conforma en los consejos comunales, los consejos obreros, las asambleas populares'', declaró al diario de Miami, El Nuevo Herald, el diputado Ismael García, ellíder de Podemos, el principal opositor de la reforma en las discusiones parlamentarias.

Si se aprueba la reforma, detalló el diputado García, "va a haber dos modelos de estado: uno electo democráticamente a través del voto, y otro que lo elige directamente el presidente''.

''Están implantando lo que sería un procedimiento donde el sufragio no juega un rol fundamental, y donde la clave es la aclamación o una poblada que se reúne en una plaza y toma decisiones que no están controladas por ningún mecanismo eleccionario'', dijo Tulio Alvarez, un experto constitucionalista y profesor de la Universidad Central de Venezuela.

En opinión del académico, el elemento ''claramente dictatorial'' de la reforma es la pretensión que Chávez está consagrando en la constitución de "poder gobernar por 14 años más, indefinidamente, eliminando la alternabilidad del poder, que es la esencia de la democracia''.

La reforma propuesta, que deberá ser ratificada o no en referéndum el próximo 2 de diciembre, toca virtualmente todos los aspectos de la vida cotidiana del venezolano, sobre los cuales Chávez tendrá capacidad de intervenir.

Como afirman los defensores de Chávez, ''esta reforma reivindica al ser humano, fortalece el poder popular. Es una reforma para la historia política, rumbo al socialismo'', declaró ayer el diputado oficialista Darío Vivas.

Pero el mandatario venezolano podrá reglamentar en leyes aspectos álgidos como la patria potestad, el control de la educación pública y privada, así como la expropiación de bienes que considere de utilidad pública, basado en el articulado sometido a reforma.

''No hay ningún sector del país que escape de los efectos esta reforma'', aseguró el profesor Alvarez.

Uno de los aspectos que tendrá mayor impacto en la población será la potestad que tendrá Chávez para crear nuevas regiones geográficas que pondrán a varios estados bajo una autoridad única, o la formación de nuevas entidades a niveles locales y regionales que disparará la burocracia y el gasto fiscal.

A pesar de los pronósticos de los expertos, defensores ardientes aseguran que la reforma traerá más bondades que males a la sociedad venezolana.

''Este proceso hay que defenderlo por una razón más grande que el sol: porque ésta es la única apuesta contundente, seria, bienintencionada y radical que se ha hecho en esta Venezuela por los más abandonados, marginados y expoliados del país'', escribió el sacerdote jesuita Miguel Matos en una carta pública que critica la posición de los obispos venezolanos opuestos a la reforma chavista.

''En el supuesto negado que esto fracasara, caeríamos en bajada hacia la confrontación más cruenta que hubiera conocido el país, antes de ser vencidos por el pinochetismo más contundente'', advirtió el jesuita, que trabaja en proyectos populares.

El hecho de que la discusión de los 69 artículos se realizó prácticamente a puertas cerradas, sin amplias consultas y en poco tiempo [cerca de un mes], está comenzando a generar reacciones en algunos casos violentas por parte de diversos sectores.

Ayer, durante un foro realizado en la Universidad Pedagógica Libertador (UPEL), el dirigente estudiantil Yon Goicoechea resultó herido en el rostro luego que activistas del chavismo suspendieran abruptamente la reunión.

Goicoechea, que lideró con éxito la marcha estudiantil del pasado martes que pidió suspender el referéndum consultivo, advirtió que continuará una campaña de los universitarios para discutir en asambleas abiertas los peligros que conlleva la reforma.

De hecho, varios líderes de la oposición, como el constitucionalista Hermann Escarrá, el ex guerrillero Pompeyo Márquez y el líder político Antonio Ledezma, han lanzado campañas nacionales para promover el rechazo a la reforma y al referendo de diciembre.

''Si se hace o si se continúa organizando el referendo, se estaría incitando al pueblo a que salga a la calle, de manera organizada, cívica y pacífica, a luchar para impedir que se consuma esta barbaridad de orden jurídico'', declaró Ledezma.

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