La izquierda colombiana seguirá gobernando la capital colombiana. Samuel Moreno Rojas será el próximo alcalde de Bogotá, a pesar de la intensa campaña en contra que le hizo en los últimos días el Presidente de la República, Álvaro Uribe.

El nieto del general Rojas Pinilla, ex senador del Polo Democrático, derrotó por un amplio margen a quien era el claro favorito cuando comenzó la carrera hacia el palacio de Liévano, el ex alcalde Enrique Peñalosa. Ese triunfo es un golpe para el mandatario colombiano, que pidió insistentemente que no votaran por el ganador.

Samuel Moreno celebra su triunfo. (Foto: EFE)

"La capital no siguió los dictados del Presidente, que intervino en política aunque no se lo permite la ley", afirmó Claudia López, analista política y miembro del MOE (Misión de Observación Electoral).

Cambios significativos

Además de de ese resultado, se produjeron otros que pueden marcar un cambio significativo en la política colombiana. En departamentos tradicionalmente dominados por la corrupción, el caciquismo y los paramilitares en los últimos años, eran los aspirantes más honestos, los que tuvieron que luchar contra campañas multimillonarias y métodos oscuros, quienes iban por delante en los escrutinios.

Uno de los ejemplos más significativos fue el del Cristian Moreno, en el departamento del Cesar, norte del país, donde se enfrentaba con el heredero de los políticos que permanecen en la cárcel por sus nexos con los paramilitares. En contra de todos las artimañas politiqueras de su contrincante, Arturo Calderón, y de las diferencias abismales de presupuesto de campaña, logró vencerle.

También en Medellín, Alonso Salazar, un aspirante que había sido el Secretario de Gobierno de Sergio Fajardo, el anterior alcalde que ha cambiado de forma significativa la ciudad, iba por delante de un populista muy gestionado, Luís Pérez.

Jornada tranquila, sin contratiempos

La jornada se desarrolló sin contratiempos, a pesar de las amenazas de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia). El férreo control que ejercieron el Ejército y la Policía, desplegados por todo el país logró evitar atentados y que sólo se produjera algún incidente asilado sin importancia. Un elemento de distorsión que marcó alas elecciones locales fue la mezcla de apoyos partidarios que reciben algunos aspirantes.

Por ejemplo, para la gobernación de Santander, departamento al noreste del país, Horacio Serpa, que fue durante años jefe del Partido Liberal y fuerte opositor a Álvaro Uribe, se presenta respaldado por los partidos uribistas y por el suyo propio.

Y en Bogotá, el Partido de la U, del Presidente, acudió dividido. Unos apoyaron al independiente Enrique Peñalosa mientras otros promovieron el voto en blanco. Lo mismo ocurre en muchos otros casos, lo que hará imposible conocer al final de la jornada qué partidos ganaron y cuáles perdieron. El único que ha mantenido la disciplina en casi todo el territorio nacional ha sido el izquierdista Polo Democrático.

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