Pertrechos antimotines: Se complica el problema para Alva Castro
Dicen que para mentir y para comer pescado hay que tener mucho cuidado. El ministro del Interior, Luis Alva Castro, decía que el estado no ha girado un centavo en la sobrevalorada compra de pertrechos antimotines, pero esa es una verdad a medias, por no decir que es una mentira.
El día de ayer el diario El Comercio publicó una amplia entrevista al director de ventas internacionales de Combined Systems, Jack Hananya, la empresa a la que se le adjudicó la buena pro, festinado trámites, como está ampliamente demostrado y que Consucode tuvo que anular su respectiva inscripción de proveedor, empresa a la cual el Mininter le ha girado una carta de crédito por US$3’220,600.00. Esta carta de crédito CD-20073146 a favor de Combined Systems Inc. está confirmada y es “irrevocable”.
¿Que significa esto?. Muy simple, que tarde o temprano el estado peruano deberá honrar la deuda. Ya hay dos embarques del material antimotines que ha llegado a Lima y un tercero en Miami, listo a partir.
Como para salvar el cuello al ministro Alva, el Mininter anuló la controvertida adquisición, la Policía Nacional no quiere firmar el acta de recepción de los materiales que han llegado al país. Esta decisión complican la situación del ministro, y trae mas barullo al asunto, porqué cualquiera que conoce las reglas del comercio internacional sabe que eso no se puede hacer, por el carácter irrevocable de la carta de crédito.
La única forma que la PNP podría desconocer la obligación contraída es que el fabricante haya incumplido los cronogramas de entrega, que el producto sea diferente al de las especificaciones técnicas, o que el material resulte defectuoso, lo cual tratándose de un fabricante importante es casi imposible que se vaya a dar.
El señor Hananya ha dicho que está llevando el problema al senado norteamericano y a la misma Hillary Clinton, que postula con mucha fuerza por el partido demócrata para las venideras elecciones presidenciales gringas. Desde allí seguramente presionarán al estado peruano, que lamentablemente está dando la imagen de un estado “cabeceador” que deshonra sus compromisos. No sería de extrañar que condicionen la ratificación del TLC en el senado si es que no se arregla este entuerto.
Nadie le puso una pistola en la cabeza de los funcionarios del Mininter para acordar esos precios sobrevalorados, y si hubo un arreglo bajo la mesa, como a todas luces es evidente que lo hubo, deben ahora pagar las consecuencias de sus actos.
Pero el ministro Alva Castro, se atornilla a su cargo, sometiendo al país a su incapacidad, que a la larga resultarán caras para el país. El inocente ministro cree que desconociendo lo pactado el asunto está arreglado, cuando lo único que está haciendo es ganar tiempo, pero conforme este pasa, la bola se va haciendo mas grande, que inexorablemente lo envolverá finalmente.
Al final el estado peruano deberá pagar la cuestionada compra, mas las costas, moras y multas, lo que hará mas oneroso aun este escandaloso affaire.
El fabricante tiene expedito el camino de la justicia y los arbitrajes internacionales, donde con toda seguridad le ganará el caso al estado peruano. Para entonces, tal vez en un próximo gobierno, el escándalo habrá crecido tanto que dará la sensación de una corrupción generalizada del gobierno, que podría sentar en el banquillo de los acusados a los jerarcas apristas ahora en el poder.
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Etiquetas: opinión, Perú, Política
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