Rusia: El terrorismo de estado de Putin
La muerte por envenamiento del ex espía ruso Alexander Litvinenko es una muestra de la forma como Vladimir Putin, el todopoderoso presidente de Rusia se deshace de sus enemigos políticos.
Como en la época de Stalin, a quien se le atribuye la muerte de millones de sus compatriotas, muchos de los cuales eliminaba por la simple sospecha de ser enemigos del estado soviético, el actual presidente ruso utiliza también el terrorismo de estado para sus fines políticos.
En Londres, donde Litvinenko se refugió luego de huir con su familia de Rusia, después de estar preso por denunciar los métodos criminales de los servicios secretos rusos, el ex espía continuó sus denuncias. El año 2002 fue el primero en acusar a los servicios secretos rusos de haber volado dos edificios de viviendas en Moscú en 1999, acto terrorista que fue atribuido por el Kremlin a terroristas chechenes.
Dichos atentados ocurrieron justo en vísperas del inicio de la segunda guerra de Chechenia, que sirvió de trasfondo para la campaña electoral de Putin a la Presidencia.
Antes de morir Litvinenko grabó una cinta, que ha sido entregada a los servicios de seguridad británicos -entre ellos el MI5-, Litvinenko revela detalles de supuestos complots asesinos que datan de la época en la que el ahora presidente ruso, Vladimir Putin, estaba al frente del Servicio Federal de Seguridad de ese país (antiguo KGB soviético).
En el siguiente artículo, queda mas que evidente la forma criminal del accionar de las autoridades rusas para los que consideran enemigos del estado ruso.
Hallan 'gran cantidad' de restos radiactivos en el cuerpo del ex espía ruso muerto en Londres
LONDRES.- En la orina del ex espía ruso Alexander Litvinenko, muerto este jueves por la noche por un supuesto envenenamiento, se ha hallado una "gran cantidad" de restos de material radiactivo, según ha confirmado Roger Cox, director del centro de radiaciones y sustancias químicas de la Agencia de Protección de la Salud del Reino Unido (HPA).
En una rueda de prensa, Cox señaló que la radiación alfa encontrada probablemente fue emitida por una sustancia radiactiva denominada polonio 210.
Según Cox, parece "improbable" que esa radiación fuese provocada por una "causa natural", si bien rehusó especular a ese respecto con el argumento de que ese asunto está en manos de la policía.
Scotland Yard ha informado de que ha hallado restos de una sustancia radiactiva en la casa del fallecido, así como en un restaurante japonés y un hotel de Londres donde estuvo antes de enfermar.
La doctora Pat Troop, directora de la Agencia, calificó la muerte del ex espía como "un hecho sin precedentes en el Reino Unido", y subrayó que "aparentemente" el fallecido fue "envenenado" por radiación.
"Para que alguien tenga este nivel de radiación, debe haberla ingerido, inhalado o adquirido a través de una herida", explicó Troop, al recalcar que la responsabilidad de la HPA es averiguar si la radiación "ha causado algún riesgo para otras personas".
El antiguo espía del KGB soviético redactó una carta dos días antes de su muerte en la que acusa de su asesinato al presidente ruso, Vladimir Putin, quien poco después negaba cualquier relación con su muerte y pedía que el caso no se convirtiera en un escándalo. "No hay pruebas para especulaciones de este tipo", dijo Putin en una rueda de prensa.
El presidente ruso cuestionó además que la muerte fuera debida a un asesinato, y criticó que haya sido utilizada para lanzar "provocaciones políticas".
El polonio 210, descubierto por Marie Curie, es tóxico en dosis ínfimas tanto ingerido como inhalado. Químicamente es similar al teluro y al bismuto, presente en minerales de uranio. Puede encontrarse en la sangre y orina de los fumadores. En el cuerpo provoca daños genéticos y muerte temprana por enfermedades como cáncer de hígado y de vesícula, úlcera estomacal, leucemia, cirrosis del hígado y enfermedades cardiovasculares.
Un portavoz de Asuntos Exteriores del Reino Unido dijo que "obviamente" han tratado la muerte de Litvinenko con Moscú, asunto que definieron como "serio".
Asimismo, el Gobierno ha confirmado que ha pedido ayuda al de Moscú para que aporte toda la información que disponga para esclarecer la muerte.
Acusaciones
Un amigo del antiguo agente, Alex Goldfab, leyó el escrito de Litvinenko frente al centro donde murió, el University College Hospital. "Usted puede tener éxito en silenciar a un hombre, pero los gritos de protestas de todas partes del mundo van a resonar, señor Putin, en sus oídos el resto de su vida. Que Dios le perdone por lo que ha hecho, no sólo a mí, sino a la querida Rusia y a su pueblo", señala la carta.
"Ha mostrado ser tan brutal y despiadado como sus más feroces críticos han denunciado", subraya la nota, leída ante los periodistas y en presencia de Walter Litvinenko, padre del ex espía. Walter, con la voz entrecortada, ha afirmado: "Este régimen es un peligro mortal para el mundo".
En su declaración, Litvinenko da las gracias a los médicos que le atendieron, al Gobierno británico por haberle concedido refugio y a la policía por sus esfuerzos para investigar el caso.
Previamente, el portavoz jefe del Kremlin, Dmitry Peskov, había manifestado que la muerte de Litvinenko es "una tragedia", pero que ahora es un asunto de la policía británica, país "donde el señor Litvinenko residía". Estas declaraciones las ha realizado en Helsinki, debido a la cumbre que se celebra entre la UE y Rusia.
Un hombre incómodo para el Kremlin
Litvinenko, de 43 años, era conocido por sus críticas a Vladimir Putin y estaba investigando la muerte de la periodista Anna Politkovskaya.
Al parecer, empezó a sentirse mal después de almorzar el día 1 de noviembre con Mario Scaramella, un profesor universitario italiano con buenos contactos en el espionaje, en un restaurante japonés del centro de Londres.
Según la prensa británica, Scaramella le facilitó nombres de las personas que podrían estar involucradas en el asesinato de Politkovskaya.
En un principio, los médicos estudiaron la posibilidad de que hubiera sido intoxicado con talio, un elemento que en ocasiones se utiliza en raticidas.
Sin embargo, el director de cuidados intensivos del University College, Geoff Bellingan, había señalado antes de la muerte que, pese a las numerosas pruebas realizadas, se desconocía qué es lo que causó el grave deterioro de Litvinenko, quien perdió el cabello súbitamente y cuyo sistema inmunológico sufrió graves daños.
Fuente: El Mundo – España
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Buen fin de semana: Ya sabe, si maneja no tome...y si toma no maneje.
Etiquetas: opinión
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