Elecciones: Interpretando el sentir ciudadano
La debacle electoral de los partidos
Y se dio lo que se tenía que dar. Sucedió lo que la terquedad de cúpulas partidarias se negaban a creer. Estas elecciones municipales y regionales han significado una debacle para los partidos que tuvieron una significativa participación en las pasadas elecciones generales para la presidencia de la república.
En estas elecciones el partido de gobierno sólo ganará al parecer en dos regiones del país, el sólido norte se ha disgregado (sólo ganó en la Libertad y Piura) y ha perdido su fuerte natural, Trujillo, la cuna del aprismo. El APRA gobernaba doce regiones, ahora la mayoría de regiones (22) han optado por candidatos independientes.
El humalismo (Partido Nacionalista Peruano) se ha casi extinguido electoralmente, y sólo han ganado la municipalidad provincial de Arequipa y ninguno de los gobiernos regionales de ese sur que lo apoyó mayoritariamente en la primera y segunda vuelta electoral de hace pocos meses atrás. Su socio Unión por el Perú ha ganado el gobierno regional del Cuzco.
En Unidad Nacional el panorama tampoco es alentador a nivel nacional, no han ganado ninguna región. Se podrá decir que han ganado la mayoría de distritos de Lima, pero creemos que eso no es por mérito de UN sino del arrastre de Luis Castañeda. El podría haber ganado mucho más yendo sólo a estas elecciones.
De los otros partidos mejor ni hablar. Si cumple, el partido de Fujimori, Acción Popular, Perú Posible, etc. prácticamente han desaparecido del mapa electoral.
Las uvas están verdes decía la zorra en una conocida fábula, para significar la impotencia de conseguirlas. Esta es una elección donde se elegirá al mejor vecino y estas elecciones no son políticas, decían líderes del partido de gobierno, y también de otros partidos para justificar la debacle que se les venía.
Lo que pasa es que nuestros políticos acostumbran medir con diferente vara según las conveniencias del momento, olvidándose que debe haber uniformidad de criterios en el tiempo.
Cómo no van ser políticas estas elecciones, si hasta las simples encuestas de opinión de empresas encuestadoras, se toman como referencia políticas del sentir ciudadano. O es que acaso no se acuerdan que por simples encuestas, líderes políticos de diferentes partidos impacientes pedían la vacancia de Toledo en su etapa más crítica.
O es que acaso tampoco recordamos que cuando el ahora partido de gobierno ganó 12 gobiernos regionales en la anterior contienda electoral regional, los líderes apristas se hinchaban el pecho diciendo que había cambiado el mapa electoral peruano. Entonces sus críticas al jaqueado gobierno del “cholo” se tornaron mas ácidas, por la revitalización de fuerzas que las urnas les habían dado.
De por medio el voto ciudadano, estas elecciones con mayor razón son políticas y reflejan el sentir ciudadano de quienes mayoritariamente han expresado en las urnas, que no se sienten identificados ni representados con nuestro sistema de partidos.
Temprano en un primer artículo sobre estas elecciones (19 de agosto 2006) dijimos que si los organismos encargados de llevar adelante las elecciones, la ONPE y el JNE, aplicaran estrictamente la ley, seguramente muchos partidos no habrían llegado ni al partidor de la carrera electoral. En esa ocasión mencionamos, luego de analizar la información existente de los propios partidos, que “la ley de partidos es prácticamente letra muerta, porqué no se cumple con los cronogramas establecidos y porqué estamos acostumbrados en el Perú a que las cúpulas partidarias en su mayor parte designen a sus candidatos a dedo y luego se les las formalidades del caso, para aparentar una elección interna para determinar a sus candidatos”.
En esa ocasión también mencionamos que el APRA había equivocado a su candidato y que en Lima el alcalde Castañeda sería reelegido. Está bien que seamos brujos y que podamos ver mas allá del horizonte político, pero no se necesitaba ser muy pitoniso para darse cuenta de una realidad palpable.
¿Es que son tan miopes o de poco olfato político los dirigentes del partido de la estrella?... Lo que pasa es que les ganó la soberbia y el hecho de hacer sentir su peso político, o sus caprichos para imponer a candidatos de su entorno personal, o “por conveniencia política” pensando que bastaba el arrastre del partido para que salgan elegidos.
Rememorando el artículo de agosto antes mencionado decíamos “designar candidatos a dedo sin el apoyo de las bases partidarias trae finalmente pugnas que deterioran la imagen de los gobiernos municipales y regionales, además que generan desaliento en las legítimas aspiraciones de las bases de representar a sus respectivos partidos, en concordancia con la democracia hacia adentro que deben fomentar las instituciones políticas, que permitirá el fortalecimiento y sobrevivencia de las mismas”.
Nada mas aleccionador ahora para los partidos, con los resultados obtenidos. Baste recordar lo que comentamos en otro artículo sobre las peripecias que había pasado el virtual presidente regional por la Libertad, Murgia, quien por tratar de hacer respetar la lista que las bases habían determinado, se enfrentó al termocéfalo Mauricio Múlder (quien quería imponer otros nombres en la lista) y casi se queda sin candidatura, la que pudo recuperar en la hora undécima por mediación de Alan. Pero tuvo que aceptar las imposiciones de Mulder. Si Mulder hubiera impuesto a otro candidato para la región, ahora no solamente se estarían lamentando la pérdida de Trujillo sino de la región La Libertad.
Ahondamos en el partido de gobierno, porqué supuestamente es el partido mas organizado y disciplinado. Si esas cosas se dan en un viejo partido, imaginen como serán las cosas al interior de otros, donde con ocasión de cada elección hay una fiebre de “candidatis”.
Ahora el gobierno central deberá saber entenderse con la mayoría de gobiernos regionales, quienes tendrán el control político de su respectiva región, recuérdese que se han eliminado por ley las prefecturas (a nuestro entender equivocadamente), mediante las cuales el poder ejecutivo podría haber tenido alguna capacidad de maniobra en cada región.
Los movimientos que han ganado en cada región, no sólo deben circunscribirse a su terruño, sino en tratar de amalgamar a otros movimientos de otras regiones y formar bloques inter-regionales en la búsqueda de conformar partidos para el futuro.
Finalmente, a los partidos tradicionales, los grandes derrotados ahora, deben tratar de ganarse a esos movimientos regionales, con la finalidad de lograr partidos fuertes e institucionalizados para fortalecer nuestra adolescente democracia, y no estar expuesto a “outsiders” en cada elección general, como en las pasadas elecciones presidenciales.
Esa gente que no se siente representada en los partidos llamados grandes, fácilmente están expuestos a los mensajes mesiánicos de outsiders irresponsables que podría significar en el futuro un retroceso de nuestro país, en el hipotético caso que ganaran.
Esperemos que los partidos políticos aprendan la lección que les ha dado la ciudadanía en todo el país.
Y se dio lo que se tenía que dar. Sucedió lo que la terquedad de cúpulas partidarias se negaban a creer. Estas elecciones municipales y regionales han significado una debacle para los partidos que tuvieron una significativa participación en las pasadas elecciones generales para la presidencia de la república.
En estas elecciones el partido de gobierno sólo ganará al parecer en dos regiones del país, el sólido norte se ha disgregado (sólo ganó en la Libertad y Piura) y ha perdido su fuerte natural, Trujillo, la cuna del aprismo. El APRA gobernaba doce regiones, ahora la mayoría de regiones (22) han optado por candidatos independientes.
El humalismo (Partido Nacionalista Peruano) se ha casi extinguido electoralmente, y sólo han ganado la municipalidad provincial de Arequipa y ninguno de los gobiernos regionales de ese sur que lo apoyó mayoritariamente en la primera y segunda vuelta electoral de hace pocos meses atrás. Su socio Unión por el Perú ha ganado el gobierno regional del Cuzco.
En Unidad Nacional el panorama tampoco es alentador a nivel nacional, no han ganado ninguna región. Se podrá decir que han ganado la mayoría de distritos de Lima, pero creemos que eso no es por mérito de UN sino del arrastre de Luis Castañeda. El podría haber ganado mucho más yendo sólo a estas elecciones.
De los otros partidos mejor ni hablar. Si cumple, el partido de Fujimori, Acción Popular, Perú Posible, etc. prácticamente han desaparecido del mapa electoral.
Las uvas están verdes decía la zorra en una conocida fábula, para significar la impotencia de conseguirlas. Esta es una elección donde se elegirá al mejor vecino y estas elecciones no son políticas, decían líderes del partido de gobierno, y también de otros partidos para justificar la debacle que se les venía.
Lo que pasa es que nuestros políticos acostumbran medir con diferente vara según las conveniencias del momento, olvidándose que debe haber uniformidad de criterios en el tiempo.
Cómo no van ser políticas estas elecciones, si hasta las simples encuestas de opinión de empresas encuestadoras, se toman como referencia políticas del sentir ciudadano. O es que acaso no se acuerdan que por simples encuestas, líderes políticos de diferentes partidos impacientes pedían la vacancia de Toledo en su etapa más crítica.
O es que acaso tampoco recordamos que cuando el ahora partido de gobierno ganó 12 gobiernos regionales en la anterior contienda electoral regional, los líderes apristas se hinchaban el pecho diciendo que había cambiado el mapa electoral peruano. Entonces sus críticas al jaqueado gobierno del “cholo” se tornaron mas ácidas, por la revitalización de fuerzas que las urnas les habían dado.
De por medio el voto ciudadano, estas elecciones con mayor razón son políticas y reflejan el sentir ciudadano de quienes mayoritariamente han expresado en las urnas, que no se sienten identificados ni representados con nuestro sistema de partidos.
Temprano en un primer artículo sobre estas elecciones (19 de agosto 2006) dijimos que si los organismos encargados de llevar adelante las elecciones, la ONPE y el JNE, aplicaran estrictamente la ley, seguramente muchos partidos no habrían llegado ni al partidor de la carrera electoral. En esa ocasión mencionamos, luego de analizar la información existente de los propios partidos, que “la ley de partidos es prácticamente letra muerta, porqué no se cumple con los cronogramas establecidos y porqué estamos acostumbrados en el Perú a que las cúpulas partidarias en su mayor parte designen a sus candidatos a dedo y luego se les las formalidades del caso, para aparentar una elección interna para determinar a sus candidatos”.
En esa ocasión también mencionamos que el APRA había equivocado a su candidato y que en Lima el alcalde Castañeda sería reelegido. Está bien que seamos brujos y que podamos ver mas allá del horizonte político, pero no se necesitaba ser muy pitoniso para darse cuenta de una realidad palpable.
¿Es que son tan miopes o de poco olfato político los dirigentes del partido de la estrella?... Lo que pasa es que les ganó la soberbia y el hecho de hacer sentir su peso político, o sus caprichos para imponer a candidatos de su entorno personal, o “por conveniencia política” pensando que bastaba el arrastre del partido para que salgan elegidos.
Rememorando el artículo de agosto antes mencionado decíamos “designar candidatos a dedo sin el apoyo de las bases partidarias trae finalmente pugnas que deterioran la imagen de los gobiernos municipales y regionales, además que generan desaliento en las legítimas aspiraciones de las bases de representar a sus respectivos partidos, en concordancia con la democracia hacia adentro que deben fomentar las instituciones políticas, que permitirá el fortalecimiento y sobrevivencia de las mismas”.
Nada mas aleccionador ahora para los partidos, con los resultados obtenidos. Baste recordar lo que comentamos en otro artículo sobre las peripecias que había pasado el virtual presidente regional por la Libertad, Murgia, quien por tratar de hacer respetar la lista que las bases habían determinado, se enfrentó al termocéfalo Mauricio Múlder (quien quería imponer otros nombres en la lista) y casi se queda sin candidatura, la que pudo recuperar en la hora undécima por mediación de Alan. Pero tuvo que aceptar las imposiciones de Mulder. Si Mulder hubiera impuesto a otro candidato para la región, ahora no solamente se estarían lamentando la pérdida de Trujillo sino de la región La Libertad.
Ahondamos en el partido de gobierno, porqué supuestamente es el partido mas organizado y disciplinado. Si esas cosas se dan en un viejo partido, imaginen como serán las cosas al interior de otros, donde con ocasión de cada elección hay una fiebre de “candidatis”.
Ahora el gobierno central deberá saber entenderse con la mayoría de gobiernos regionales, quienes tendrán el control político de su respectiva región, recuérdese que se han eliminado por ley las prefecturas (a nuestro entender equivocadamente), mediante las cuales el poder ejecutivo podría haber tenido alguna capacidad de maniobra en cada región.
Los movimientos que han ganado en cada región, no sólo deben circunscribirse a su terruño, sino en tratar de amalgamar a otros movimientos de otras regiones y formar bloques inter-regionales en la búsqueda de conformar partidos para el futuro.
Finalmente, a los partidos tradicionales, los grandes derrotados ahora, deben tratar de ganarse a esos movimientos regionales, con la finalidad de lograr partidos fuertes e institucionalizados para fortalecer nuestra adolescente democracia, y no estar expuesto a “outsiders” en cada elección general, como en las pasadas elecciones presidenciales.
Esa gente que no se siente representada en los partidos llamados grandes, fácilmente están expuestos a los mensajes mesiánicos de outsiders irresponsables que podría significar en el futuro un retroceso de nuestro país, en el hipotético caso que ganaran.
Esperemos que los partidos políticos aprendan la lección que les ha dado la ciudadanía en todo el país.
Etiquetas: opinión
posted by El brujo político at 6:07 p. m.
Revistas, libros
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home