Al descubierto prácticas montesinistas

Anoche La Ventana Indiscreta, el programa de Cecilia Valenzuela, presentó pruebas irrefutables que demuestran lo que nosotros ya habíamos advertido, las prácticas montesinistas que viene aplicando el actual gobierno.

El pasado 21 de marzo escribíamos un artículo titulado Para mis enemigos la ley donde decíamos ‘es preocupante la utilización de métodos fujimontesinistas por parte del gobierno para callar o desprestigiar a opositores molestos, empleando para ello a las instituciones de justicia (fiscalía y poder judical), a la Policía Nacional y a periódicos chicha de la mafia que manejaba Montesinos. Pareciera que se estaría aplicando la famosa frase del ex presidente Oscar R. Benavides: “Para mis amigos todo, para mis enemigos la ley”’ a propósito de los ataque a opositores políticos críticos al gobierno, quienes vienen siendo jaqueados por el sistema de justicia o vilipendiados en los diarios que empleaba la dictadura fujimontesinista.

La verdad es que por profilaxis política no leo los diarios chicha ligados a los Wolfenson y los Winters, operadores mediáticos del fujimorato; pero el programa de la Chichi mostró como el Ministerio de Vivienda había contratado contenidos en los diarios La Razón, El Chino y El Men, todos de escasa lectoría, pero empleados eficazmente por Montesinos para atacar a los opositores políticos al régimen del extraditable Fujimori, y ahora utilizados por un autista ministro Garrido Lecca que dice en su defensa que no sabía nada al respecto.

Ahora se entiende claramente el artero ataque del diario La Razón al congresista opositor Carlos Bruce cuando criticó la designación de un luego defenestrado director del proyecto Agua Para Todos, Carlos Arana. Se intuía el estilo montesinista, pero ahora están las pruebas documentadas.

Garrido Lecca ha tenido que renunciar a su jefe de comunicaciones del Ministerio de Vivienda y ha tenido que ordenar una investigación que involucra a otros dos funcionarios. Lo que tendría que hacer por decencia política es renunciar el mismo.

Al parecer hay un síndrome de autismo en el Ejecutivo, porqué son varios los casos donde los ministros responsables dicen que no sabían nada, sobre los problemas y la espiral de escándalos en los que últimamente ha caído el gobierno de García. Así tenemos que el Premier Del Castillo no sabía que Pandolfi trabajara como asesor en el actual gobierno por varios meses, ni sabía que estaba inhabilitado. Tampoco el gabinete en pleno no sabía quien era Pandolfi, a pesar que éste asistía a reuniones del Consejo de Ministros, por eso no decían esta boca es mía. El Ministro de Salud no sabía nada de la licitación de las ambulancias sobre valoradas otorgada a Gildemeister, a pesar que dicha empresa había sido sancionada en su ministerio anteriormente. Ahora Garrido Lecca tampoco sabe nada sobre la compra de noticias en los diarios de la mafia.

Es preocupante que el actual gobierno quiera parecerse al régimen autoritario de Fujimori y en el colmo de la desfachatez emplee a connotados miembros del fujimorismo como Pandolfi, tal vez para que entrene a los actuales cuadros de gobierno en las prácticas montesinistas.

Como olvidar que Pandolfi fue ex primer ministro de Fujimori en la etapa mas oscura del dicho régimen donde se avasalló a todos los poderes dele estado, en pro de la re-re elección del chino. Ya antes García había nombrado como ministro a Rafael Rey, un conspicuo defensor de las arbitrariedades del régimen fujimorista, que ahora tiene el cinismo de expresar que no tendría vergüenza en asesorarse con el propio Montesinos, en asuntos de lucha contra el terrorismo; a propósito de la defensa que hace del nombramiento del defenestrado Pandolfi, supuestamente la persona que mas conoce del fenómeno del Niño.

En política, los errores se pagan, y reiteramos lo que dijéramos ayer, que Jorge Del Castillo debe dar un paso al costado para oxigenar el Ejecutivo, a pesar que venía haciendo una aceptable labor. Con su salida debería cambiarse algunos ministros, como el Chiquitín ministro de Agricultura, Rafael Rey y el autista Garrido Lecca.
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