A Dios rogando y con el mazo dando
A fines de Marzo el presidente García se quejaba de los medios que presentan negativamente la situación del país fomentando el desaliento, reclamo que fue recogido por un redimido y redivivo Nicolás Lúcar en su programa dominical del domingo 25 de marzo, tal vez haciendo un mea culpa del periodismo que antes practicó (recuérdese la bochornosa y falsa acusación en su programa que entonces tenía en América TV, contra el desaparecido presidente Valentín Paniagua).

Anteriormente nosotros hemos criticado a algunos medios periodísticos por inflar las noticias en aras del raiting, generando ruido político. Decíamos que se debe informar pero dando a cada cosa su debido peso. Este tipo de prensa prevaleció bastante durante el gobierno del ex presidente Toledo, poniendo a su gobierno al borde del “nock out”, ya que se presentaban algunos casos de corrupción de partidarios y allegados al entorno presidencial, comparándolos con la corrupción imperante durante el fujimontesinismo, lo cual era evidentemente una exageración.

Es mas, quien ahora se queja del periodismo (Alan García) contribuía con ese desánimo general, agregando leña a la hoguera, fomentando mayor ruido político con sus ácidas críticas y pedido de remoción de Toledo.

Pero a diferencia de aquellos años, la prensa ahora no tiene el mismo sentido de sensacionalismo, y mas bien, es bastante moderada en sus críticas. Esta mesura aunado a una casi inexistente oposición política, permite al gobierno “pasar piola” a pesar de los últimos escándalos por hechos de corrupción denunciados por la prensa. Hay que resaltar sí, la rápida reacción que ha tenido el gobierno para afrontar dichos problemas, lo que ha valido al presidente García mantener aceptables niveles de popularidad (superior al 50%).

Pero por muy complaciente que sea la prensa, no puede apañar actos de corrupción con su silencio (autocensura). Es por lo tanto destacable que gracias a esa prensa de investigación, se hayan denunciado en los dos últimos meses sonados casos de corrupción, por mas que le sea urticante al gobierno.

No se podían tapar con un dedo los actos de corrupción en la adquisición de ambulancias (Ministerio de Salud), así como de patrulleros y otros tipos de equipamientos para el Ministerio del Interior que tuvieron finalmente que ser anuladas.

Tampoco la prensa podía quedar impasible ante una capitulación ante el narcotráfico, si hubiera callado la negociación del ministro de Agricultura ante los cocaleros. Ahora el presidente dice que pasados los quince días a que se había comprometido el desubicado ministro, que se continuará con la erradicación de los cultivos ilegales de coca, amenazando incluso con bombardear (¿..?) dichos sembríos.

La preocupación de García por ser él quien ponga la agenda política y no los medios, lo hace exponerse a una sobre exposición mediática generando anuncios que llegan a saturar, aunque algunos de ellos le sirvan para tapar las denuncias de corrupción que le incomodan.

Lo que el presidente debe preocuparse mas bien, es no tratar tanto de competir en quien pone la agenda política, sino en gobernar bajo los cánones de la decencia política y bajo el imperio de la ley.

Por ejemplo, el presidente no debió transferir al burgomaestre fujimorista de Chimbote el proyecto de irrigación de Chinecas, porqué simplemente le tiene ojeriza al presidente regional de Ancash César Álvarez, a quien debió corresponderle administrar dicho proyecto. Esto en concordancia, a otros proyectos de irrigación similares entregados a otros presidentes regionales. El asunto tiene mayor connotación si tenemos en cuenta el conflicto de intereses que tiene el alcalde chimbotano Guzmán Aguirre Altamirano, quien mantenía una acción judicial contra el estado por tierras que poseía en dicha irrigación , lo que lo convierte en juez y parte. Además este proyecto es de carácter regional y excede el ámbito provincial, por lo que la decisión de García va en contra de lo que el mismo pregona sobre la delimitación de competencias.

El asunto ilegal de Chimbote ha generado la protesta del pueblo ancashino quien realizará un paro regional programado para el 11 y 12 de abril y parece que el gobierno ha encargado por lo bajo al aparentemente “apestado” Agustín Mantilla coordinar el sabotaje de dicho legítimo acto de protesta. (ver nota de Prensa Escrita ). Ver además video del programa Cuarto Poder de América TV "El alcalde del millón" (parte 1, parte 2, parte3, parte4 y parte 5) sobre este inconstitucional decisión de Alan García quien pone al gato de despensero en Chimbote.

Acciones como la descrita, o los afanes por desprestigiar al anterior gobierno de Toledo y no tocar ni con el pétalo de una rosa al extraditable ex presidente Fujimori, son las cosas que enervan a parte de la población y que por mas shows mediáticos que Alan García tenga en el futuro, pueden significarle mayores sobresaltos políticos, que los hechos denunciados hasta ahora por la prensa y que podría traerse abajo la luna de miel con el electorado, según las cifras que hasta ahora reflejan las encuestas. El pedido del presidente contra los anuncios pesimistas de la prensa, mas las acciones antes descritas configuran algo así como reza el popular dicho "A Dios rogando y con el mazo dando".... ¡Mas ecuanimidad y tolerancia señor presidente!
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