El mastín de Palacio de Gobierno

La verdad es que el día de ayer he sentido vergüenza ajena al ver el torpe intento de Palacio de Gobierno por enlodar al ex presidente Toledo. Vergüenza de ver a un ministro de una medianía supina, que lejos de impulsar políticas en su sector como por ejemplo, el consumo de la anchoveta, degustando este producto de nuestro rico mar en algún mercado popular; lejos de visitar alguna de nuestras incontables lagunas donde se podría apoyar a comuneros a sembrar truchas para exportación; o medidas eficaces para lograr el mejoramiento genético de nuestros camélidos, por citar sólo algunos cosas que podría hacer en su gestión, se convierte en el MASTIN de palacio de gobierno.

Un mastín que sale rabioso a mostrar los dientes contra el rival político.

¿Es que acaso la calentura política obnubila el pensamiento del ejecutivo?...¿Qué tenía que hacer don Rafael Rey, ministro de la Producción, en una conferencia de prensa en palacio de gobierno, con copias de facturas bajo el brazo, denunciando el “INCONFESABLE DELITO DE LA COMPRA DE 11PERFUMES” por parte de la administración anterior?.

¿ Es acaso Rafael Rey el gerente de Palacio, o funcionario que tenga que ver con la gestión administrativa de la sede del ejecutivo?...¿ O será talvez el Jefe de la Casa Militar?...¿talvez se confundió y cree que es el Contralor de la República?....Lo que pasa que cuando se es termocéfalo, el odio político trastorna la razón, y no le alcanza para calibrar el ridículo que su jefe a quien sirve le hace hacer?.

Es tanto el poder de García que no sólo convierte a sus ministros en secretarios, sino que emplea algunos como Rey como mastín para sus fines particulares.

Se dice que no hay persecución política contra Toledo, cuando el propio presidente de la república interfiere en las decisiones del poder judicial, declarando a la prensa que la juez Lizárraga que ha encausado al ex presidente por el asunto de las firmas presuntamente falsas, tiene razón y que los planillones de adherentes son documentos públicos, contradiciendo al Tribunal Constitucional que los considera privados.

Ese sólo hecho politiza el tema de las “firmas falsas”. Más aún con la actuación vergonzosa del mastín,.... perdón,... ministro Rey.

Ahora para nadie es un secreto la influencia del partido de la estrella en el poder judicial. Al espaldarazo de García a la magistrada Lizárraga, no es de extrañar que las autoridades del PJ designen a la citada magistrada a disertar en un evento de la judicatura, con gran difusión mediática, cuando en Lima hay cientos de jueces que podrían haber sido los desiganados para tal fin. ¿Tremenda casualidad, o afán de promocionar a la verdugo ante las tribunas?

Para comprobar que se trata de una persecución política, no es necesario que exista una grabación del presidente García, o desde el Ministerio de Justicia, dando las respectivas órdenes, basta con ver las acciones que denotan tal intención.

En la cainita costumbre de asesinar políticamente al rival político siempre se ha empleado como arma asesina a nuestro “probo, honorable e incorrupto” poder judicial.

Las propias declaraciones de García, apuñalando a Toledo en cuanto evento pueda (el avión presidencial, los gastos de palacio de gobierno, etc), las torpes declaraciones del procurador Gino Rios (“Toledo es el animal político mas corrupto que Fujimori”), la reciente conferencia de prensa de Rey; todo apunta a anular a Toledo.

No es que seamos chacanistas, ni defensores del ex presidente Toledo, simplemente somos defensores de la justicia. Por si acaso, personalmente, nada le debemos a ese régimen. Pero creemos, que si de algo debe rendir cuentas Toledo ante la justicia, para nada debe intervenir el presidente García ni ninguno de sus ministros, para influenciar a nuestros “independientes” magistrados.

No observamos la misma actitud del presidente García con el caso de otro ex presidente. Cuando la prensa pide sus declaraciones sobre Alberto Fujimori, manifiesta que no debe opinar para no politizar el tema. ¿ será por la necesidad de los votos de los parlamentarios fujimoristas?.

Lo cierto es que debe abstenerse de opinar en ambos casos, por una cuestión de ética política. La opinión de un presidente siempre va a pesar en las decisiones de funcionarios y sobre todo de nuestro desprestigiado y vapuleado Poder Judicial. Lamentablemente, en el caso Toledo, García ha cometido la imprudencia de emitir opiniones que mejor se las hubiera guardado para no politizar el tema.

Creemos que finalmente García logrará el efecto contrario al que busca, y por el contrario las torpes acciones antes descritas, levantarán al rival que ahora quieren destruir.