Elecciones municipales: El baile de los que sobran
La verdad es que conociendo de antemano como sería el desarrollo del debate municipal, al igual que muchos televidentes, no vimos el debate municipal de los aspirantes a la alcaldía de Lima. Para que perder el tiempo, si a estas alturas, poco o nada habrá de cambiar en las preferencias electorales. Total ya nos enteraríamos en los resúmenes noticiosos y programas políticos.
Sabíamos que, haciendo una analogía aparente para el caso, que sería un cargamontón con chaveta en mano en fiesta chicha, donde los achorados que no tienen nada que perder se le prenden al galancito que baila con la buenamoza del barrio (electorado), la que desdeña los piropos de deslucidos pretendientes, quienes impotentes al no lograr captar la preferencia de la depositaria de sus sueños, optan por emprenderla a chaira limpia contra el galancete que los tiene relegados.
Muchos de los aspirantes retadores del burgomaestre limeño actuaron como lúmpen de barrio. Era de esperar que candidatos como Gustavo Massa, candidato de Acción Popular, que apenas aparece en las encuestas, arroje barro con ventilador al candidato puntero, en lugar de aprovechar el tiempo para exponer sus propuestas, si es que las tiene. Que diferencia con los desaparecidos patricios de su partido Fernando Belaunde y Valentín Paniagua.
Mencionamos a Massa, porqué según los resúmenes que hemos visto, fue el mas venenoso. Pero igual se sumaron al cargamontón los otros candidatos, tales como el Sheriff Benedicto Jiménez, candidato del Apra quien catalogó a Castañeda de “mayordomo y jardinero antes que gobernante de la ciudad”, Gonzalo Garcia del PNP, que acusó al alcalde de haber gastado S/.52 millones en piletas ornamentales y otras acusaciones mas. Nos se quedaron atrás con sus ataques los candidatos Gino costa de Somos Perú y la candidata fujimorista Carmen Lozada, entre otros.
Castañeda dijo lo que ya le habíamos escuchado en sus presentaciones en los medios después que no asistió al primer debate, en respuesta a las interrogantes planteadas en dicho evento, y que por ser conocidos, no redundamos aquí .
Parece que los retadores no han aprendido que a menudo la guerra sucia se torna como un boomerang contra el que la practica. El pastor Lay quien era de los mas ardorosos atacantes del burgomaestre vio según las últimas encuestas conocidas, bajar sus preferencias de intención de voto, precisamente por centrar su campaña en ataques a Castañeda.
Al parecer, estos candidatos, no les quedó otra que actuar al son de “el baile de los que sobran”, que parafraseando la popular canción de Los Prisioneros dirían algo así:
Es otra noche más de caminar infructuosamente
Es otro fin de campaña sin novedad
Únanse al baile
De los que sobran
nadie nos va echar de más,
nadie nos quiso ayudar de verdad.
La la la la
La la la la
Pobres, el electorado no quiere saber nada de ellos, así que lo único que les quedó es el cargamontón, el ataque artero para bajarse al rival, aunque saben que ello no hará mella en el electorado.
Debemos acabar en el futuro con la “candidatitis” y la proliferación de grupos en pugna electoral. Un debate electoral debe ser entre dos candidatos, máximo cuatro, para conocer las propuestas que ofrecen al elector, y éste pueda optar por la propuesta mas seria y viable.
Esperemos que para los próximos comicios funcione la valla electoral y así librarnos de tantos aventureros que sueñan con el partido propio, que no hacen otra cosa que confundir al elector, ensuciar la ciudad con su propaganda electoral, que nos condenan a tener que aguantar la bendita franja electoral con dinero de todos los peruanos y tener que espectar bochinches mediáticos intrascendentes.
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Etiquetas: opinión
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