Quinto aniversario de los ataques del 11 de Septiembre

Recuerdos de los ataques que cambiaron al mundo.
Hoy día se celebra el quinto aniversario de los infaustos sucesos ocurridos el 11 de septiembre del 2001, día en que los Estado Unidos de Norteamérica sufrieron el mas rudo golpe en su propio territorio que el terrorismo internacional le haya infligido alguna vez.

Anteriormente, el terrorismo fundamentalista islámico había perpetrado otras acciones menores como el ataque con coche bomba a un edificio estatal en Oklahoma y ataques contra intereses norteamericanos en diferentes países del mundo, tales como atentados a embajadas, sabotajes y otras acciones como ataques suicidadas de hombres-bomba que habían matado algunas personas, pero ninguno de la magnitud de lo que para siempre se recordará simplemente como Septiembre 11.

Aquel día, luego de una meticulosa preparación los terroristas islámicos secuestraron cuatro aviones civiles de compañías norteamericanas, redujeron al personal a bordo y emplearon las aeronaves como armas de guerra contra objetivos previamente seleccionados, como las torres gemelas, uno de los iconos de la ciudad de New York y El Pentágono en Washington. Menos mal que un cuarto avión , destinado a impactar contra la Casa Blanca, sede del ejecutivo norteamericano, se estrelló antes de llegar a su objetivo, al parecer gracias a la valiente acción de los pasajero y tripulación del avión que lucharon contra los secuestradores.

El resultado final de los ataques del 11 de septiembre significaron la muerte de unas tres mil personas, entre pasajeros de las cuatro aeronaves siniestradas, personas de los edificios derribados, y también de policías y bomberos que cumplían con su deber en las operaciones de recate antes del colapso de las torres gemelas.

Aquel día el suscrito se encontraba viendo las noticias de la mañana de los tristes sucesos , pues los noticieros locales se colgaron de la señal de CNN luego del impacto del primer avión contra una de las torres del World Trade Center, y que en un primer momento los periodistas de la CNN pensaban se trataba de un accidente. Posteriormente el mundo entero pudo ver en vivo y en directo como un segundo avión se estrellaba contra la otra torre y luego la cadena norteamericana daba cuenta de los otros sucesos que denominaron según recuerdo “AMERICA UNDER ATTACK” (América bajo ataque).


Al observar el colapso de las torres gemelas, una serie de recuerdos afloraron a mi mente. Recordaba subir por sus veloces ascensores hacia el restaurante Windows of the World (Ventanas del Mundo) adonde nuestros anfitriones, empresarios neoyorkinos nos habían invitado a cenar luego de culminar intensas horas de trabajo durante la semana que permanecimos en la ciudad de los rascacielos.

Desde los ventanales del hermoso y exclusivo restaurante podíamos apreciar extasiados una imagen panorámica nocturna de la ciudad de New York, regiamente iluminada, con la estatua de la Libertad, icono nacional, en primer plano, invitándolos a visitarla, cosa que hicimos un día después..

Los sentimientos antes descritos se intensificaron, cuando días después, durante las obras de retiro de los escombros, reconocí algunas de las instalaciones del restaurante Ventanas del Mundo, cuando la televisión mostró imágenes del mobiliario, equipos e inclusive vajilla casi intactos dentro de los escombros.


Los ataques del 11 de septiembre del 2001 cambiaron al mundo. El orgulloso pueblo norteamericano conoció el miedo de ser atacado en su propio territorio, se vivieron días de paranoia y temor de ataques con armas químicas o biológicas y el gobierno aprovecho ese miedo exacerbado para aplicar medidas que restringen los derechos ciudadanos, en pro de la seguridad, endureció su política exterior e inició las guerras contra Afganistán e Irak, por supuestamente apoyar a las huestes terroristas.


Los ataques han cambiado el paisaje del bajo Manhattan, así como la vida de los familiares de las victimas, y si bien es cierto después de los sucesos de septiembre 11, no ha habido nuevos atentados en territorio norteamericano; el gobierno de Bush no ha logrado capturar a Osama Bin Laden, el cerebro de Al Qaeda, la organización terrorista que ha jurado efectuar nuevos ataques a objetivos estadounidenses; por lo que el pueblo norteamericano vive con el temor de otros posibles septiembres 11 en el futuro, que, en aras de la paz mundial, esperemos nunca se produzcan.