Sobre la problemática de la corrupción imperante en las instituciones peruanas, nuevamente cobra actualidad un artículo que El Brujo Político escribiera con anterioridad. En efecto, el pasado 25 de agosto del 2006 escribimos un articulo titulado “Reforma del Poder Judicial Peruano”, donde hacíamos una cruda radiografía del sistema de justicia en el Perú y los problemas de corrupción imperantes, que determinan la desconfianza casi generalizada de la población hacia este poder del estado y la calidad de la justicia que se imparte.

Decíamos entonces que en general la población tiene la percepción que la justicia es para los poderosos o los que pueden comprarla, y que lamentablemente muchos delincuentes, producto de sus fechorías tienen dinero para torcer la mano de la ley. También manifestamos que ante el sombrío panorama que se cierne sobre el sistema de justicia nacional, que el problema no era necesariamente remunerativo ni de leyes, sino de personas y de aplicación de la ley, por lo que nos aunábamos al clamor ciudadano que pide una urgente reforma del sistema de justicia peruano, que involucra al poder judicial y al ministerio publico, con la finalidad que se agilicen los procesos judiciales, para que haya una justicia honesta y sin granjerías y para que se limpie al poder judicial de malos elementos.

Esta semana el país se ha visto conmocionado por otro caso flagrante de corrupción, cuando un vocal supremo provisional, ex presidente de la Corte Suprema de Piura, que tuvo a su cargo sonados casos de corrupción de funcionarios del régimen fujimorista, fue sorprendido cobrando una supuesta coima para influenciar a los otros miembros de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, para la reposición de un ex miembro de la policía nacional

¿Hasta cuando el país debe continuar espectando estos bochornosos casos de corrupción?...., que solo podemos tomar conocimiento cuando un valiente ciudadano litigante denuncia estas vedadas practicas que desarrollan malos jueces y fiscales; o cuando tomamos conocimiento de escandalosos fallos que denuncia la prensa y que benefician a funcionarios corruptos que se han enriquecido con dineros mal habidos, a prontuariados delincuentes y narcotraficantes y otros casos que insultan la inteligencia ciudadana.

No hay una transparencia en las resoluciones y sentencias judiciales, hay un velo de misterio sobre las mismas, será quizás porque para un mismo tipo de casos una sala puede opinar en un sentido y un caso similar puede tener una sentencia diametralmente opuesta en otro juzgado. Otra veces se emplea a la justicia para encausar a opositores políticos (estos se ve mucho en las alcaldías, para vacar al alcalde y ocupar su puesto), rivales empresariales y despojarlos de honras o bienes, para tener resoluciones cautelares que les permitan administrar tal o cual empresa en detrimento de sus socios, etc. ..

El poder ejecutivo y el congreso nacional deben cumplir su rol, y dictar las leyes adecuadas para efectuar las reformas necesarias. Ya lo dijimos antes y lo reiteramos ahora el poder judicial por si solo no va a reformarse, ellos llevan las deformaciones del sistema y es conocida la oposición que siempre genera todo cambio en cualquier actividad humana, siempre se prefiere continuar con lo que se conoce a pesar de las taras y defectos que se arrastran.

Aparentemente, por lo anteriormente manifestado por el Presidente de la Republica y por el Presidente del Consejo de Ministros, entienden una reforma del estado como que solo van a realizar la reforma del poder ejecutivo, que es lo que esta dentro de su ámbito directo de acción, pero temen atacar otras necesarias reformas por la mal interpretada independencia de poderes.

Veamos una cruda analogía, sin una persona tiene un miembro con cáncer, el médico aplicará las medidas necesarias para controlar el mal y salvar el citado miembro; pero si las terapias no dan resultado y el mal puede comprometer la vida del paciente, el galeno entonces debe aplicar medidas drásticas y amputar el miembro dañado. De igual forma, la corrupción imperante en el accionar de muchos magistrados pone en tela de juicio a nuestro desprestigiado sistema de justicia, afecta a todos los peruanos, porque que atenta contra la seguridad jurídica y genera temor en potenciales inversionistas que podrían ver perder sus capitales por una justicia impredecible. Ni hablar de humildes litigantes “ de a pie” que pierden sus juicios ante personas que pueden comprar los fallos de estos malos jueces.

Anteriormente hablamos del SERIAJUS que es la comisión creada en el anterior gobierno, que ha estudiado reformas que deben aplicarse en el sistema de justicia peruano, pero que necesitan que se hagan algunas modificaciones en la Constitución Política del estado. Es pues necesario que el congreso nacional tome cartas en el asunto y haga las reformas necesarias de la carta magna en el ámbito del sector justicia, independientemente de la suerte que corra el proyecto de reforma de la constitución donde hay voces que pretenden cambiar la actual por la de 1979. La problemática de la justicia en el Perú no puede seguirse tratando como si fuere una tortuga anémica, que avanza a pasos lentos y pesados, porque sino mejor habría que cambiarle de nombre a este poder del estado y rebautizarlo como el “Poder de la Injusticia”, o como el poder de la justicia pirata.