¿El presidente García sigue en campaña electoral?
Jugando a la popularidad.
“Hay que darle a la gente lo que a la gente le gusta” decía el lema de un popular y desaparecido comentarista deportivo de radio, lema que parece haber hecho suyo el presidente García, quien como si continuara en campaña electoral, ha puesto en la escena política nacional temas controvertidos como la instauración de la pena de muerte para los violadores de niños seguido de asesinato, sintonizando con el clamor popular que repudia a estos criminales, o la ley del concejal joven apostando a granjearse la simpatía de los jóvenes por el peso electoral que estos representan en el universo poblacional peruano.
Lo preocupante del caso es que si bien es cierto estos son temas “que le gusta a la gente” por decir de algún modo, que va en sintonía con la que gente quiere, lo que la calle opina, pero no necesariamente lo que al Perú le conviene, o la prioridad que responsablemente el gobierno debe asignar a otros temas como la lucha contra la pobreza. No queremos decir que el problema de los niños violados y asesinados no sea prioritario, o que estemos en contra de los jóvenes menores de 29 años para que consigan un de 25 % . de cuotas en las listas de concejales para los gobiernos regionales y municipales, sino tratar efectistamente temas sensibles para mantenerse en la cresta de la ola de la popularidad por los fantasmas de su anterior gestión, donde muchos peruanos renegaban de su gobierno.
Claro que es comprensible que todo político ansíe márgenes altos de popularidad durante su gestión, y que en el caso de un presidente de la república esta popularidad puede repercutir en la gobernabilidad de un país, pero también es cierto que un presidente no debe basar su gestión de acuerdo al dictado del barómetro de los sondeos y encuestas, sino en ejecutar políticas que proyecten a su pueblos hacia el desarrollo, a la generación de empleo, a la disminución de la pobreza y a procurar un desarrollo humano de su población mas uniforme.
Sir Winston Churchill, uno de los genios políticos contemporáneos mas grandes decía que “el nivel de popularidad de un presidente, depende del grado de estupidez de su pueblo”, con lo que quería decir que un líder a veces debe tomar medidas que pueden resultar impopulares pero que son necesarias, al final el pueblo sabrá reconocer esas medidas impopulares al principio, pero que los llevaros hacia delante.
En el ámbito local el destacado líder aprista Luis Alberto Sanchez decía “el soberano es pueblo, pero hay que saber educar al soberano”, con lo cual se resume que no siempre estar en sintonía con la calle es lo prioritario, y mas si con los asuntos puestos en vitrina por el propio presidente, la noticia se centra en esos temas haciéndolos prioritarios. Habíamos dicho anteriormente la importancia de los gestos políticos del presidente en sintonía con el clamor popular, pero también dijimos después que se estaba exagerando con esos gestos, tal es así que el secretario general del partido de gobierno diga hoy que en el congreso no tienen papel para fax. Esto es sólo un botón de muestra donde por jugar a la popularidad, se lleva a extremos la ansiedad de estar en sintonía con el clamor popular, en este caso de austeridad y para colmo en temas triviales que en poco van a solucionar el problema de la pobreza.
Reconocidos juristas opinan de la inconveniencia de legislar sobre la aplicación de la pena de muerte para los violadores de niños, porqué requiere reformar la constitución en dos legislaturas y con votación calificada (mayor de 80 votos), sobre la inconveniencia de renunciar a l Pacto de San José de Costa Rica y ser un paria internacional, que no se puede renunciar parcialmente a dicho pacto y finalmente que tampoco se puede ejecutar un referéndum porqué la Constitución peruana no lo contempla, habría que reformarla primero. Todo este proceso nos llevará probablemente el tiempo que dure este gobierno, y al final el efecto como lo manifestara el congresista García Belaunde pareciera que se trata de un psicosocial del gobierno para distraer la atención de la gente.
Sobre el otro tema que está en cartelera , el del concejal joven, no es sino una ley para crear empleo para los jóvenes en el aparato estatal, forzando leyes que transgreden el cronograma electoral ya establecido. En articulo reciente el Brujo político opinó sobre la cuota femenina en el equipo del ejecutivo y decíamos que se debe privilegiar la capacidad profesional y no el género. Es más dijimos que si era necesario nombrar a todo un equipo femenino que por capacidad lo merecen que no se tenga miedo a nombrárlas.
De igual modo en el caso de los jóvenes, no debe ser necesaria una ley para que los partidos políticos incluyan una cuota de estos en sus cuadros a las elecciones regionales y municipales, es más, todo un equipo regional o municipal si fuera necesario. Depende del deseo de supervivencia de los partidos, si no se renuevan, si no promocionan figuran jóvenes, morirán. Claro está que aquí como en el futbol, es aconsejable una mixtura de experimentados “viejos” con jóvenes capaces, para que haya una transferencia de experiencia y sabiduría de unos a otros.
Para finalizar, creemos que el presidente García debe centrarse más en los problemas prioritarios para disminuir la pobreza, pues sabemos que en cinco años esta no va a desaparecer, pero que son logros –de conseguirlo- que la historia reconocerá (su gran objetivo) y no preocuparse exageradamente por sintonizar siempre con la gente, sino “tomar el toro por las astas” y aplicar las políticas necesarias para ganar la batalla contra la pobreza.
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Etiquetas: opinión, Perú, Política
2 Comments:
Sir Winston Churchill, uno de los genios políticos contemporáneos mas grandes decía que “el nivel de popularidad de un presidente, depende del grado de estupidez de su pueblo”.
¡¡¡Que buena!!!
En primer lugar como nación civilizada debemos aprender a respetar la ley, y por muy buenas intenciones que tenga la ley del concejal jóven, la misma se decretó cuando ya uno de los plazos electorales estaba vencido y por principio, en aras de la estabilidad jurídica, las leyes se deben dictar hacia adelante y no cuando ya se está "jugando el partido". En este caso no estaba en juegos intereses de grupo de poder y la ley fue aplaudida por todos, incluso por los políticos que la criticaban, porqué nadie quiere dar la sensación de estar en contra de los jóvenes que representan mas del 30% del volumen electoral nacional.
Sobre la pena de muerte, la cuestión es mas de fondo, yo comprendo la indignación de la ciudadanía que piensa que "muerto el perro se acabó la rabia" y aplicar la pena de muerte a esos criminales repudiables, pero el asunto es un IMPOSIBLE JURIDICO porqué la constitución peruana lo prohibe, salvo que se la reforme, y también la legislación supranacional.
Son tantas las voces de expertos en la materia y de algunos de los propios ministros del gabinete ministerial, que el presidente ha tenido que dejar que el tema lo vea el congreso, como inciativa emanada de dicho poder del estado.
Forzar la ley, podría traer consecuencias funestas, porqué los inversionistas podrían argumentar que así como se fuerza la ley para causas populares, también se podría forzar para afectar algún derecho pactado.
En ambos casos la estabilidad jurídica es lo importante para atraer mas inversiones. Es por eso que el gobierno, ha tenido que respetar los contratos de estabilidad tributaria firmada por el estado con empresas mineras y ha tenido el tino, para aprovechar el descontento expresado en las últimas elecciones y lograr que las empresas mineras mismas "donen" un fondo para ayudar a los pueblos del interior del país, que debe estarse evaluando la próxima semana.
Gracias por su comentario, es importante el cruce de ideas, porqué creemos que todos queremos lo mejor para el país
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