Los retos del gobierno de Alan García

El presidente Alan García Pérez en su extenso discurso a la nación del 28 de Julio 2006 expuso una serie de temas a cumplir en el corto plazo, inclusive algunos que debería haberse tratado a nivel ministerial, pero su objetivo era el de generar expectativas y esperanzas en el pueblo peruano y devolver la fe de la población en su sistema político; pero obvió las metas de gestión y resultados a mediano y largo plazo, creemos que cada presidente cuando asume el mando debería exponer las metas a cumplir durante su período quinquenal y sustentar su metodología de acción y plazos para ver los resultados.

Un tema tratado y que resaltamos es el fomento de valores instando a cada peruano a cumplir con su deber. El Brujo Político coge el guante y cree cumplir con su deber exponiendo las observaciones que presentamos en este artículo, fiel a su política de ayudar con ideas y críticas constructivas, tratando temas y problemáticas con altura, en forma independiente y veraz, que esperamos puedan contribuir al gobierno y oposición a concertar políticas en pro de la gobernabilidad y el desarrollo nacional.

El Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD) ha establecido el índice del desarrollo humano que es un indicador social estadístico compuesto por tres parámetros: esperanza de vida al nacer, tasa de alfabetización y matriculación escolar, y nivel de vida digno (PBI per cápita en USD). Creemos que por falta de tiempo para elaborar su discurso, el presidente García no abundó sobre estos objetivos, pero que en la presentación del gabinete ministerial al congreso, el país necesita conocer cuáles son las metas de gestión quinquenal y presentar los indicadores sociales proyectados. Es importante saber las metas en materia educativa (tasa de alfabetización de adultos, de jóvenes, el índice de matriculación escolar primaria y secundaria, entre otros), en salud (mortalidad infantil – esperanza de vida al nacer-, inmunización contra enfermedades infecto-contagiosas, fecundidad por mujer, población con acceso a medicamentos básicos, prevalencia de anticonceptivos, etc.), en pobreza ( porcentaje de población con saneamientos adecuados –acceso al agua potable-, índice de reducción de la pobreza y pobreza extrema, índice de desnutrición infantil, calidad de vivienda, electrificación, etc.), en tecnología (número de líneas telefónicas por cada mil habitantes, suscriptores de teléfonos celulares por cada mil habitantes y de Internet).

Aunque García no mencionó sus objetivos macroeconómicos, sí expresó la meta de lograr que de aquí a 10 años el Perú sea un país líder en Sudamérica, por lo tanto debe superar los indicadores macroeconómicos logrados por Toledo (Ver artículo “El legado del Presidente Toledo”), lo que significa niveles de crecimiento del PBI mayores al 7%. Pero como con el PBI no se puede conocer el nivel de equidad, es necesario trazar la meta del Coeficiente de Gini, que es una medida para medir la desigualdad de los ingresos y/o riqueza del país.

García se explayó en su discurso en una serie de medidas de austeridad, pero en la lucha contra la pobreza es importante determinar los objetivos de incremento del gasto público en salud y educación, efectuando una reingeniería del presupuesto nacional, porque de continuar con los porcentajes actuales, poco se podrá hacer para mejorar y ganar esta batalla.

De acuerdo a nuestra óptica, lo primero es establecer objetivos claros y estos son los indicadores antes mencionados, porqué de lo contrario se corre el riesgo de poner en acción planes pero sin dirección. Aquí amigo lector, quiero citar a Robert Middleton de Action Plan Marketing, quien en la “La trampa de la acción” dice…”no se concentre primero en la acción, establezca antes el objetivo; hasta que la intención no esté clara, su acción no tendrá contexto, no tendrá dirección, no tendrá significado. Fortalezca, afiance su propósito y sus acciones conducirán naturalmente al resultado deseado. Una vez que tenga claro un objetivo, es hora de pasar a la acción…”

Por lo expuesto, es importante que el nuevo gobierno establezca los indicadores de gestión para la toma de decisiones, ya que la calidad de las decisiones está directamente relacionada con la calidad de la información utilizada. Además que un factor muy importante es motivar y fomentar la toma de conciencia de los implicados con el sistema de indicadores y sus prácticas. De poco sirve tener un objetivo claro, en este caso la lucha contra la pobreza, si después las prácticas asociadas a todo el proceso de gestión de un determinado indicador no se desarrollan conforme a lo planificado. Estos objetivos ha desarrollarse por el gobierno es estos próximos cinco años deben constituirse en los retos que mediante un manejo ordenado y transparente permita al presidente García y su gobierno ganar esta batalla para disminuir la pobreza. Sabemos que será imposible solucionar en cinco años males que arrastramos por décadas, pero es importante avanzar en la dirección correcta.

En lo inmediato el presidente García anunció 5 planes de acción: 1º- La reconstrucción del estado y del sistema político, a través de la austeridad, la simplificación administrativa y la descentralización, 2º- Crear empleo mediante la inversión, 3º- Los derechos laborales y sociales de los trabajadores, 4º- Las políticas a favor de la mujer, juventud e infancia y 5º- La seguridad ciudadana; planes que merecen la aceptación mayoritaria de la población, aunque también anunció que el estado no contratará ni una persona mas de las que ahora existen, pero al mismo tiempo anuncia la contratación de 20,000 nuevos policías y la incorporación de los 10 mejores alumnos de todas las universidades del país.

Con relación a la incorporación de los mejores alumnos egresados de las universidades, publicamos anteriormente un artículo donde sustentábamos todas las consideraciones que debería tomarse para concretar dicha iniciativa (ver “Captura de Talentos”). Sobre seguridad ciudadana, nuestra realidad no es diferente de la de otros países, caracterizado por los bajos sueldos de los policías que originan que los cuerpos policiales disminuyan en número, pero sin embargo esos países han logrado grandes éxitos en su lucha contra la delincuencia, mediante la utilización de la tecnología. Suponemos que el gobierno ha estudiado el impacto que significará la incorporación de veinte mil nuevos policías en el presupuesto del Ministerio del Interior (remuneraciones, previsiones sociales, avituallamientos, etc.).
Creemos que debe tenerse objetivos mas modestos en la incorporación de nuevos efectivos policiales, pero dotarlos sí de equipamiento moderno, tal como dispositivos de inteligencia, patrulleros, armamento, equipos de comunicaciones, sistemas de identificación por huellas dactilares, etc., que permitan un accionar mas eficaz de la PNP contra la delincuencia común y organizada, terrorismo, narcotráfico y otras lacras que afectan a nuestra sociedad. Después de todo, la historia nos enseña la importancia de la tecnología en las conquistas del hombre y sus sociedades, acaso no es cierto que Francisco Pizarro y un puñado de hombres lograron conquistar toda una nación, utilizando su superioridad tecnológica.

Podríamos comentar otras iniciativas presidenciales, pero no queremos hacer mas extenso este artículo y sólo deseamos éxitos al nuevo gobierno, porqué su éxito será el éxito de todos los peruanos.