Barack Obama volvió a asestarle a Hillary Clinton una triple victoria en Virginia, Maryland y la ciudad de Washington y dio un paso de gigante en la carrera hacia la nominación demócrata. Tras la victoria de esta pasada noche, Obama tomó definitivamente la delantera en el cómputo global de delegados y superdelegados -compromisarios del Partido Demócrata- por 1.181 a 1.173 y logró un nuevo impulso a su candidatura (reservada al primero que sobrepase los 2.025).

Obama, durante la jornada de primarias, en Washington. (Foto: AFP)

Por la parte republicana, el evangélico Mike Huckabee estuvo a punto de dar sorpresa en Virginia, donde libró un apretadísimo mano a mano con el favorito John McCain, que se impuso al final por un margen muy ajustado (49% a 43%) y se impuso también en Maryland y en el Distrito de Columbia. Los resultados volvieron a demostrar las dificultades del moderado McCain para captar el voto conservador, pese al respaldo oficioso que le dio esta misma semana el presidente Bush.

Con estas fueron ocho las victorias consecutivas de Barack Obama sobre Hillary Clinton en otros tantos estados desde en la última semana. La debacle de Virginia, el estado que se preveía en principio como el más disputado en las primarias del Potomac, provocó una nueva dimisión en las filas de Hillary, la del subdirector de campaña Mike Henry.

Henry dimitió alegando "la necesidad de un nuevo liderazgo en la campaña". Su marcha se produjo dos días después del abandono de la hispana Patti Solis Doyle al frente de la maquinaria electoral de Hillary. Su puesto fue ocupado por la afromeaericana Maggie Williams, cuyo empeño será romper la mentalidad del 'bunker' y volver a conectar a la ex primera dama con las bases demócratas.

Obama se impuso a Hillary por el 63% al 36% de los votos en Virginia, el estado donde estaban en juego la mahor cantidad de delegados (101) y en el que se preveía en principio como el más disputado en las 'primarias' del Potomac. El candidato negro ganó en prácticamente todos los frentes, con el 90% del voto de color, la mayoría blanca e incluso el voto femenino e hispano.

Sin esperar a los resultados, los candidatos demócratas siguieron su cabalgada por otros estados. Obama celebró su victoria en Madison, el bastión progresista de Wisconsin, donde se celebran las primarias dentro de una semana. Con la voz gastada, poniendo buena cara ante la adversidad, Hillary dio su primer mítin de la nueva etapa ante cientos de seguidroes en El Paso, Texas, donde tiene todas sus esperanzas puestas en el próximo 4 de marzo (cuando también se vota en Ohio, Vermont y Rhode Island).

En el campo demócrata, hace unos meses se daba por segura la nominación de Hillary Clinton, pero Obama ha ido arañando décima a décima en cada estado para equilibrar la balanza e incluso apuntarse el triunfo en lugares clave.

El hombre que pretende convertirse en el primer aspirante negro a la Presidencia de Estados Unidos salió muy reforzado del 'Supermartes' del pasado 5 de febrero. Unos días después arrasó en los estados de Luisiana, Nebraska y Washington, con una clara ventaja de más de 20 puntos en todos los casos.

Las últimas victorias de Obama se produjeron el pasado fin de semana, cuando el senador se impuso de nuevo con claridad en varias circunscripciones.

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