Los santos óleos para la ministra Mazzetti
La renuncia de Pilar Mazzetti
El asunto era ya insostenible. La primera ministra del Interior de este segundo período de Alan García estaba herida de muerte por el asunto de los patrulleros sobre valorados.
Parlamentarios y algunos medios de prensa pedían la cabeza de la ministra. Hubo marchas y contramarchas entre los parlamentarios apristas. Primero dijeron que estaban de acuerdo con la interpelación que planteaban congresistas de oposición. Después parece que hubo un jalón de orejas desde Palacio de Gobierno y estos ya no estaban tan de acuerdo con tal propósito, ya que desnudaría mas los problemas existentes, y de paso le traería serios dolores de cabeza al presidente García que pregona que su gobierno es el paradigma de la austeridad.
El Presidente del Consejo de Ministros había expresado su apoyo a la ministra jaqueada por claros indicios de corrupción en la cartera a su mando. Se decía que la conducta de la ministra era intachable, pero entonces empezaron a saltar problemas con otras adquisiciones del sector Interior.
Pilar Mazetti
Las investigaciones periodísticas y de los parlamentarios opositores empezaron a mostrar que algo olía feo en las adquisiciones que se hacían para la policía nacional. Al parecer el personal encargado de las adquisiciones del MININTER, no solo compraba caro en el caso de los patrulleros, sino que salieron a la luz otras perlas tales como medicinas, carros portatropas, y una serie de implementos para la PNP sobre valorados, y aparentemente no de la mejor calidad.
Eso mismo había sucedido con las ambulancias que el equipo de compras de la Mazzetti había adquirido en el Ministerio de Salud. Es necesario precisar que los funcionarios de compras de la ministra en el Mininter era el mismo que había trabajado con ella en su gestión como ministra en el anterior gobierno.
Pilar Mazzetti se defendía diciendo que corruptos querían sacarla del cargo, que estaba llana a que le abran su secreto bancario, que no renunciaría y que se defendería en la interpelación del congreso. De paso contaba con la ayudita expresada por Lourdes Flores, cuyos parlamentarios interpretando el sentir de su líder, no apoyarían la interpelación.
Con el apoyo de los parlamentarios de Unidad Nacional y a regañadientes pero disciplinadamente de los parlamentarios apristas, el gobierno podía aventurarse a una interpelación.
Pero las denuncias seguían apareciendo, que para el gobierno intentar salvar a una paciente en estado de coma le iba a resultar muy onerosa políticamente hablando y a Pilar Mazzetti un mayor costo político. Por eso Mazzetti ha preferido cortar por lo sano dentro de lo posible y ha presentado su carta de renuncia, con lo cual se le dan los santos óleos políticos y sólo se espera que el presidente decida la eutanasia, o sea una piadosa defunción que acabe con su agonía.
No queremos opinar sobre la honorabilidad de la ministra Mazzetti, pero que tiene una gran responsabilidad política y funcional por el personal a su cargo de dudoso accionar, la tiene. Por lo tanto es mejor para ella dar un paso al costado, con lo cual libera al gobierno de un flanco extremadamente vulnerable.
Mientras tanto el gobierno ha iniciado la renegociación con la empresa Gildemeister para rebajar los precios de los patrulleros, que esperemos finalmente se consiga precios realmente competitivos, como debió ser desde un principio, dado el volumen de la compra.
El affaire de los patrulleros de la Mazzetti debe servir para revisar y corregir los procedimientos administrativos y de compras en los ministerios. A raíz de estas investigaciones al parecer hay una mafia de personas con tentáculos en diferentes ministerios, según denuncian miembros de la comisión de fiscalización del Congreso, que es necesario desterrar en aras de la transparencia en las adquisiciones del estado y la tan mentada austeridad pregonada por el gobierno.
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Etiquetas: opinión, Perú, Política
Vínculo
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