El avión presidencial
El 10 de enero pasado escribimos un artículo titulado “Mentalidad subdesarrollada” en relación con la cacareada postura del presidente García de no usar el avión presidencial. Argumentábamos entonces sobre las exageradas “poses para las tribunas subdesarrolladas” del primer mandatario de la nación, a quienes un discurso efectista puede seducir, pero que no necesariamente es lo mas conveniente para el país.
Entonces el presidente manifestaba a la prensa, luego de despotricar sobre el uso que le habían dado sus antecesores al avión presidencial, que el citado avión serviría para el transporte de los deportistas peruanos, para que acudan a los diferentes eventos tanto nacionales como internacionales donde debían participar nuestros jóvenes atletas.
Olvidando su anuncio de entonces, y urgido de una cortina de humo para tapar los últimos acontecimientos políticos que dejaban mal parado a su gobierno, como la compra sobrevalorada de los patrulleros para el Ministerio del Interior, del asesor de la Ministra de Justicia defensor de narcotraficantes, de la denuncia del Mercurio de Chile sobre el pacto secreto con el fujimorismo para evitar la extradición del ex presidente Fujimori, entre otros temas; García – hábil en el manejo mediático- recurrió una vez mas al tema de la austeridad. Ya no importaban los deportistas nacionales, sino algo espectacular para mantener adormecida a la población. Entonces, cual mago presdigitador, sacó bajo la manga, la venta del avión presidencial.
Cual hábil marquetero invita a periodistas para que visiten el avión y sirvan de caja de resonancia sobre “los lujos” de la aeronave. Que tiene un compartimiento con TV, VHS
y teléfono satelital, y no sólo asientos como los aviones comerciales. ¡Por Dios!... pero si eso es lo mínimo que puede tener un avión ejecutivo. Además que el presidente de una nación, aunqué sea del tercer mundo, debe tener las condicones mínimas de trabajo en cualquier parte donde se encuentre, además de comunicación e información, que es para lo que sirve el equipamiento del avión exageradamente vilipendiada por una prensa casi monocorde, y no solamente por frivolidad.
Yo no necesito esto. Ya estoy viejo para que me seduzcan estos lujos y frivolidades, dijo Alan García, haciendo gala de un histrionismo recurrente en la búsqueda enfermiza de exposición mediática. Y para hacer mas espectacular la propuesta, la amarra a la construcción de un nuevo hospital del niño. Total, quien estaría en desacuerdo con que se construya mayor infraestructura hospitalaria.
Pero señor García, ¿quien le ha dicho que el avión es suyo?. El avión le pertenece al estado peruano y forma parte de los bienes de la Fuerza Aerea del Perú.
¿ Es que acaso el pueblo peruano debe allanarse a los caprichos presidenciales?... ¿Mandó el presidente, hacer un estudio de costo-beneficio para anunciar la operación de venta del avión? ¿Sabía el presidente el precio que obtendría en el mercado?...Seguramente que no, porqué de lo contrario lo habría ya anunciado.
Según expertos en aeronáutica, el avión Boeing 737 que costó 25 millones de dólares a fines del 1995, obtendría un precio actual de reventa de sólo cinco millones de dólares, lo cual sería malbaratear la aeronave. Además quien compraría un avión ejecutivo, salvo que lo compre su amigo Dionisio Romero, ( o un testaferro de este) en cuyos aviones el presidente ya ha viajado al interior del país. Pensar que un jeque árabe va a venir a comprar este avión de segunda mano, pagando un buen precio, sería una ilusión, cuando estos podrían comprar uno de última generación. Comprar un avión ejecutivo de similar capacidad y moderna tecnología, como el que requerírá un próximo presidente no demagogo, costaría al estado unos cincuenta millones de dólares.
Creemos que este no es mas que otro anuncio “iluminado” del presidente García, como aquel que hizo en 1985, cuando anunció también en pro de la austeridad, la venta de los aviones Mirage que la FAP había adquirido en el gobierno precedente de Fernando Belaunde; y que después fue motivo de comisiones investigadras del Congreso.
Ahora, con una oposición inexistente o aletargada, el presidente emite un Decreto Supremo para "rematar" el avión Boeing modelo B-737-528, con matrícula FAP PRP-001, obviando la firma del Ministro de Defensa; Allan Wagner Tizón, y en cambio el citado DS lleva la firma del titular de salud, que no tiene nada que hacer en este asunto.
Según el diario El Comercio, muestra como en el lugar que debería ir la firma del ministro Wagner, han puesto la palabra "AUTORIZADO" ...¿¿ ??
Seguramente por este desaguisado ya veremos desfilando a Alan García, al premier Jorge del Castillo y al ministro de salud Carlos Vallejos Sologuren desfilando en un próximo gobierno ante sendas comisiones investigadoras por este capricho presidencial. Total, es un deporte nacional, la cacería del presidente saliente, por sus acciones de gobierno.
Parafraseando las palabras de Alan García, quien dijo respecto al avión presidencial, ''Este avión, que fue mal comprado por uno (Fujimori), mal utilizado por otro (Toledo), y mal vendido por otro (García) tiene signado el símbolo del escándalo, del cual no podemos salir'.
TAGS:Alan García, Opinión Perú
Etiquetas: opinión, Perú, Política
Vínculo
2 Comments:
Coincido contigo: contar con un avión presidencial no es ningún despilfarro sino una necesidad para que el presidente pueda viajar bajo condiciones apropiadas de seguridad y con las instalaciones mínimas que garanticen que pueda continuar despachándo o informándose sobre la situación del país. ¿Te imaginas a García tratando con su canciller o su ministro de Defensa temas de seguridad nacional o estrategias diplomáticas camino a alguna cumbre, por ejemplo? ¿Qué pasa si el presidente está en provincias y de pronto alguna situación de gravedad requiere que regrese a Lima y no hay vuelo comercial disponible? Nos guste o no, hay gastos indispensables para el funcionamiento del Estado y el desempeño de sus autoridades máximas.
Es cierto, pero cuando la demagogia impera, tenemos anuncios efectistas como la venta (remate)del avión presidencial. Inteligentemente el Ministro de Defensa, allan Wagner le ha sacado el cuerpo al capricho presidencial, porqué sabe que en el futuro ese asunto traerá cola.
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