Parece que ante la imposibilidad real de cumplir la promesa de campaña de incrementar en 20,000 nuevos miembros los efectivos de la Policía Nacional del Perú, durante los 180 primeros días del gobierno del presidente García, la ministra del Interior ha tenido que plantear la posibilidad de comprar los días de descanso de los policías para aumentar el patrullaje y potenciar las nuevas estrategias policiales como el plan telaraña y otros.

Si actualmente los policías están mal pagados y encima se les debe vacaciones atrasadas, beneficios y otros rubros, tal como se viera en un reportaje de uno de los programas políticos dominicales de nuestra TV, pretender incrementar veinte mil nuevos policías suena a imposible.

El 30 de Julio publicamos un artículo titulado “Los retos del gobierno de Alan García”, donde tratamos sobre el problema del incremento de los cuerpos policiales y manifestamos entonces que una forma mas inmediata y efectiva era apoyarse en la tecnología, para lo cual el gobierno debería aprovechar la buena noticia del superávit de recaudación fiscal para equipar adecuadamente a los actuales efectivos y empezar con aumentarles los sueldos y así evitar que mas policías dejen la institución.

Es una buena noticia que la ministra del Interior informe que el gobierno va a asignar recursos para la adquisición de nuevos patrulleros, motocicletas y equipos de comunicaciones, pero además debe efectuarse el máximo esfuerzo para informatizar integralmente a la policía. Ahora es común ver que si un ciudadano acude a una comisaría a efectuar una denuncia el policía lo atiende con las arcaicas máquinas de escribir. Si se lograra enlazar a todas las comisarías con redes informáticas se podría centralizar la información policial.

Centralización de la información
Es fundamental establecer un Banco Central de Registros Criminales a nivel nacional por tipos de crímenes (secuestros, narcotráfico, violaciones, homicidios, etc.). Actualmente cada comisaría maneja denuncias y estadísticas de los diferentes tipos de delitos y esta información no es compartida por otras dependencias policiales, lo que origina duplicidad de trabajos, ineficiencia y que avezados criminales que pueden ser capturados por la policía de una determinada comisaría, de repente por casos menores como infracciones de tránsito, puedan salir libres al no tenerse una información centralizada.

El principal problema para lograr este objetivo es la carencia y / ú obsolescencia de equipamiento y tecnología de última generación en las dependencias policiales, y sobre este tópico en particular es imprescindible la informatización de todas las dependencias policiales, que permita actualizar y compartir información en tiempo real.

Para comprender la gran limitación actual de nuestras fuerzas policiales veamos el siguiente caso de estudio

Caso Emblemático de estudio:
El caso de un conocido abogado, , casado y con hijos, pero que tenía una doble vida al frecuentar a jovencitos a quienes daba propinas a cambio de favores sexuales. Este fue asesinado por sus acompañantes jóvenes en una de sus reuniones en su estudio, y el cadáver fue abandonado por estos en la Panamericana, fuera de la ciudad, al sur de Lima. La policía intuía la ejecución de un homicidio por las evidencias encontradas en el estudio del abogado, pero no lograba dar con el cuerpo del delito, el mismo que fue encontrado después de muchos meses luego de la confesión de uno de los asesinos, lográndose ubicar el cadáver enterrado como NN en un cementerio por disposición de la propia policía del sector.

La policía de homicidios desconocía este hecho, perdiendo valiosas horas hombre en la búsqueda del cuerpo, con la consecuente angustia de familiares y amigos, además de la sensación de incompetencia de la policía por parte de la sociedad civil. Esto no habría ocurrido de haber existido un banco de datos centralizado de estos casos criminales, donde la policía de cualquier parte del país en un caso de homicidio como este, hubiera registrado fotos del cadáver y los principales elementos de identificación como vestimenta, huellas dactilares, odontogramas y datos de la autopsia. Este banco de datos nacional permitiría además compartir información de personas con antecedentes penales y bandas delictivas.

Potenciamiento del equipamiento policial:
Aún si se pudiera, el incremento de efectivos policiales de por sí no va a solucionar el problema de control de la delincuencia, aunque se tenga la voluntad política de incrementar en 20,000 nuevos policías a la PNP, lo que demandará un fuerte presupuesto del erario nacional para cubrir el gasto que demandará esos nuevos salarios, avituallamientos, previsiones sociales, etc. Pero si es necesario empezar a formar nuevos policías, en cifras mas modestas y sostenidas anualmente para generar confianza en la población que se está cumpliendo con la promesa de campaña electoral.

Suponemos que dentro del equipamiento anunciado además de los antes mencionados, el Ministerio del Interior adquirirá para la policía el armamento adecuado, equipos de protección personal, de inteligencia, equipamiento de moderna tecnología para desarrollar un policía científica y sobre todo sistemas de identificación por huellas dactilares (AFIS - Automated fingerprint Identification System, de las siglas en inglés).

También debería instalarse mas cámaras fijas de seguridad en puntos neurálgicos de la ciudad y un conjunto de cámaras “itinerantes” que se usarían según requerimientos y operativos antidelincuenciales que se diseñen en las jerarquías policiales. En los países desarrollados, se ha invertido sustancialmente en sistemas de televisión por circuito cerrado y otras medidas para reducir las oportunidades para delinquir. Hay indicios de que una mayor seguridad y vigilancia tienen un papel importante que desempeñar en la reducción del delito. No se pretende replicar aquí estas experiencias por cuestión de costos, pero es importante la iniciativa de incorporar los sistemas de empresas privadas y compañías de seguridad, para lograr un tiempo de respuesta policial más rápida ante emergencias.

Lima es una ciudad de mas de 8 millones de habitantes y al igual que las grandes ciudades, debería contar con por lo menos dos helicópteros livianos para vigilancia aérea y persecución de sujetos delincuentes (no los grandes y pesados que son más apropiados para transporte de personal y/o guerra convencional). Estos deben estar equipados con equipos de visión nocturna y reflectores para patrullajes en horas de la noche.

Ponemos especial énfasis en la adquisición de equipos de identificación por huellas digitales, porqué facilitarán el trabajo policial de identificación de sujetos que han cometido crímenes y también de sus víctimas. Por ejemplo en el caso emblemático de estudio antes descrito, si se hubiera tenido a disposición ese tipo de equipamiento, se hubiera identificado fácilmente al NN que la policía encontró en la Panamericana Sur y mas rápidamente se hubiera cerrado la investigación.

Modernamente también es posible potenciar la seguridad empleando sistemas satelitales; ahora es factible equipar a los vehículos motorizados con estos sistemas y con botón de pánico y escucha en cabina, donde con sólo presionar un botón oculto instalado en el vehículo se activa un micrófono que permite a los operadores de la central de monitoreo de Rescate Satelital conocer lo que sucede dentro del habitáculo de la unidad en tiempo real. Esta sería una efectiva manera de proteger a los vehículos interprovinciales brindando seguridad en las carreteras, aparte de la obligatoria filmación que ya está determinada legalmente, pero que pocas empresas interprovinciales la aplican, por lo que continúan los asaltos en las carreteras del país.

Asimismo, se debe adecuar la legislación que apoye la lucha policial contra la delincuencia, que proteja al policía y a la sociedad; se debe construir más cárceles para que prontuariados delincuentes no vean reducidas sus penas por políticas de exagerados beneficios penitenciarios, por la incapacidad del estado de mantener en prisión a estos criminales y por la insuficiencia de las prisiones para albergarlos; lo que determina que salgan pronto a las calles a seguir delinquiendo y atentando contra la sociedad. Por lo tanto se debe eliminar los beneficios penitenciarios a los reincidentes.

Finalmente, se debe reformar el sistema judicial, para que los jueces apliquen la ley en forma justa, en plazos razonables, y aplicando mecanismos que minimicen (ojalá pudiéramos decir desterrar) la corrupción imperante. Este es otro tema que trataremos en próximo artículo.

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