Estados Unidos anunció hoy la
retirada definitiva de 30 millones de dólares en
ayudas a
Honduras y señaló que no reconocerá al ganador de las próximas elecciones presidenciales, previstas para el 29 de noviembre.
El departamento de Estado informó del endurecimiento de las sanciones contra Honduras poco después de una reunión de una hora que mantuvieron su titular, Hillary Clinton, y el presidente depuesto del país centroamericano, Manuel Zelaya.
El depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya celebra la posición del gobierno de los Estados Unidos (foto de archivo)
"Estados Unidos ha enviado un mensaje claro al régimen de facto de que el status quo es inaceptable", dijo en una rueda de prensa P.J. Crowley, secretario de estado adjunto del departamento de Estado. El funcionario afirmó que Estados Unidos rechaza la estrategia del gobierno hondureño de alargar las cosas hasta las elecciones presidenciales de noviembre "y que eso le absuelva de todos los pecados".
"En este momento, no podríamos respaldar el resultado de las elecciones que están convocadas", dijo en un comunicado
Ian Kelly, otro portavoz del departamento de Estado. Crowley alertó a los candidatos hondureños de que Estados Unidos no reconocerá al ganador de los comicios. El gobierno, en su opinión, "está ahora en una caja y para salir de ella tiene que suscribir el Acuerdo de San José", que prevé la vuelta al poder de Zelaya, entre otros puntos.
Además de rechazar el proceso electoral en curso, Estados Unidos endureció hoy sus sanciones, al retirar 30 millones de dólares en ayudas que ya había suspendido temporalmente. "Antes habíamos presionado el botón de pausa, ahora hemos dado el botón de parar", explicó Crowley.
"En resumidas cuentas significa que Honduras ha perdido esa asistencia", añadió. No obstante, Estados Unidos mantendrá programas de ayuda que no son canalizados a través del gobierno, sino que benefician directamente a los hondureños, como proyectos alimenticios, sobre sida y vinculados a desastres naturales, dijo Crowley.
El Departamento de Estado sopesaba si debía declarar formalmente que el derrocamiento de Zelaya, el 28 de junio pasado, fue un "
golpe militar", lo que tendría implicaciones jurídicas y económicas, pero evitó pronunciarse hoy al respecto. Kelly dijo que en la expulsión de Zelaya de Honduras participaron "tanto los poderes legislativos y judiciales como las fuerzas armadas", aunque se refirió a los hechos en todo momento como "un
golpe de estado".
Estados Unidos también ha iniciado el proceso de revocación de los visados para entrar en Estados Unidos de personas que participaron en el golpe de estado o que lo respaldaron. En el comunicado, Kelly pidió que el proceso negociador que coordina el presidente de Costa Rica,
Óscar Arias, establezca el marco "de unas elecciones legítimas" en Honduras.
"Las elecciones deben realizarse de forma libre, justa y transparente. No deben llevarse a cabo bajo la sombra de la duda y deben estar abiertas a todos los hondureños", afirmó el portavoz.
FuenteEtiquetas: internacional
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