Premian al beatle Paul McCartney en los MTV europeos
La ovación de la platea es atronadora. El premiado sale y deambula por el escenario con hechuras de saltimbanqui, como poseído por la gestualidad y los nervios del principiante: "Hace mucho tiempo cuatro chicos de aquí empezamos a hacer música y por lo que veo lo debimos de hacer bastante bien".
Es paradójico que el encuentro de dos viejos rockeros fuera el instante clave de una gala tan rabiosamente adolescente como la del jueves. Y sin embargo lo fue gracias sobre todo al sermón de San Bono, que presentó a su amigo 'Macca' echando mano de una dialéctica dulzona y pseudoparroquial: "Pasear por Liverpool con Paul es como ir en el Papamóvil con el Papa al volante. Es el hombre que inventó mi oficio".
Beyoncé y su traje galáctico, durante la actuación en la gala. (Foto: AP)
Una dialéctica, por cierto, que chirrió y cosechó abucheos cuando a Bono le salió la vena irlandesa y le dio por tocar la vena sensible del populacho: "Si no fuera por la hambruna de patatas, Paul, George, John y Ringo habrían nacido en Irlanda".
Katy Perry muestra sus preferencias por Obama.
No. Ni siquiera los adolescentes hormonados del Echo Arena de Liverpool estaban dispuestos a pasar por eso. A Bono le pitaron y le acorralaron y le obligaron a improvisar una larga cambiada durante su discurso. No pareció importarles, sin embargo, que en el espectáculo no hubiera guiños a los Beatles ni referencias a la rica herencia musical de la ciudad. Para qué quiere uno a John Lennon si le ponen delante a Beyoncé.
Britney, la dueña y señora de la noche
Hasta aquí el capítulo de viejas glorias, coronado por el triunfo de Rick Ahsley –no es una inocentada- en la categoría de mejor artista de todos los tiempos. Un capítulo de viejas glorias, por cierto, difícil de distinguir si tenemos en cuenta que Britney Spears fue dueña y señora de la noche. Premio al mejor álbum y a la mejor cantante para la californiana, inmersa en estos días en su enésimo proceso de redención. Britney no estaba ayer aquí: dejó dos mensajes grabados y la idea de que pese a todo se sostiene en pie.
La actuación de Pink y su batalla a almohadazos, con las plumas que invaden el escenario
Los mismos premios que Britney –dos- se llevó la muchachada de '30 seconds to Mars'. Mejor vídeo y mejor banda de rock a un grupo que exuda cierto aroma de banda generacional. Uno se llevaron Tokio Hotel, Pink, Kanye West y Katie Perry, que recibió el de artista revelación de las sabias manos de Grace Jones.
La sensualidad ñoña y consentida de la Perry fue precisamente el hilo conductor de la velada. Abrió la gala cabalgando sobre un pintalabios gigante y se fue luego reencarnando a velocidad de vértigo. Primero en un remedo de Dita von Teese en un plato de fruta: "¡Chicos! ¿Queréis tocarme las cerezas?". Luego, en el gusano de la mordisqueada manzana de Eva. Terminó la noche subida en una banana, con la voz quebrada y gritando: "Lo importante no es lo grande que es sino cómo pones el culo en ella".
Beyoncé, desganada
En lo musical, se suponía que el plato fuerte sería Beyoncé. Sin embargo, no se puede decir que la diva le pusiera esta vez el turbo al caderamen. Se saltó a la torera el trámite de la alfombra roja y cantó un baladón enfundada en un vestido grisáceo, galáctico y prescindible. Le puso más brío Pink, echando el cierre a la gala cantando 'So What' en medio de una guerra de almohadas.
Vestidas para impresionar: la norteamericana Beyonce y la británica Leona Lewis
Por supuesto, el olfato fenicio de la MTV se subió también al carro del 'huracán Obama'. Lo hizo por medio de Estelle y Kanye West, que dedicaron su 'American Boy' al presidente electo. La primera disfrazada de estrella de la bandera americana. El segundo, irónicamente enfundado en un traje blanco. Al fondo, barras y estrellas y ardor patriótico. Ay, si el bueno de George Harrison levantara la cabeza...
Álbum: Noche europea de los MTV
Etiquetas: entretenimiento, espectáculos
Vínculo
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