Obnubilado por el poder, el presidente venezolano Hugo Chávez, que en su país ha logrado hacerse con el control de casi todas las instituciones democráticas, trata de exportar su denominada revolución bolivariana al resto del continente, en un afiebrado proyecto que denomina como socialismo del siglo XXI.

Hugo Chávez, un peligro para la región

Admirador del dictador cubano Fidel Castro, Chávez trata de emular al ahora enfermo líder de la revolución cubana. Como buen alumno, sigue las recetas castristas estableciendo sus círculos bolivarianos, dizque para defender su revolución. De esa forma con sujetos que medran del estado, compra lealtades y tiene control de la sociedad venezolana en las principales ciudades, ya que los lúmpens chavistas se encargan de amedrentar a los opositores tal como sucede en Cuba con los disidentes políticos.

En su desvarío, el controvertido presidente bolivariano se cree la reencarnación de Simón Bolívar, el gran libertador de cinco países sudamericanos, y trata de irradiar sus políticas a sus vecinos del continente.

Para suerte de Chávez, el precio del crudo de petróleo ha subido a precios inimaginables hace algunos años, habiendo llegado a superar la marca histórica de los US$ 100.00 dólares por barril, lo cual le proporciona ingentes recursos al mandatario venezolano para alimentar sus delirios de grandeza.

Venezuela es uno de los grandes productores de petróleo del mundo, y cualquiera pensaría que el hermano país tiene los recursos necesarios para superar sus problemas y salir del subdesarrollo. Pero su díscolo presidente maneja los recursos del estado como si fueran de su chacra personal, es así que maneja a su antojo los fondos de PDVSA, la empresa estatal de petróleos venezolana, para inmiscuirse en la política de otros países.

Con la millonaria caja chica que significa manejar los recursos de PDVSA, Hugo Chávez financia proyectos políticos de personajes proclives a su política en otros países latinoamericanos.

Los peruanos recordamos la grosera intromisión de Chávez en nuestra política interna, apoyando descaradamente al candidato Ollanta Humala en las pasadas elecciones presidenciales. En su estilo confrontacional tuvo encuentros verbales con el presidente Toledo y con los entonces candidatos Alan García Pérez y Lourdes Florez Nano.

Lo mismo ha sucedido con los candidatos presidenciales de otros países donde se han celebrado procesos electorales, como en México donde apoyaba abiertamente a López Obrador que para desazón de Chávez perdió aunque ajustadamente ante el actual presidente Calderón.

Pero la gran billetera de Chávez, le ha valido para tener éxitos en sus patrocinios apoyando a Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua, que ahora son presidentes de sus respectivos países y desarrollan políticas proclives a la del líder venezolano. Aunque en honor a la verdad, Correa es el que tal vez el ha tratado de no seguir a pie juntillas todas las “sugerencias” de Chávez.

En el caso peruano no se puede probar el apoyo económico de Chávez a la candidatura de Humala que casi gana las elecciones. En todo caso ese apoyo no puede ser desembozado, sino por el contrario subterráneo, tal como el caso del maletín con US$ 800,000 para la candidatura de la ahora presidenta Fernández de Kirchner, donde estaba involucrada la estatal PDVSA.

Como Perú y Colombia desarrollan políticas análogas de mercado, el objetivo de Chávez es torpedear esos gobiernos para desestabilizarlos. No en vano en el Perú se han creado y multiplicado las casas denominadas de ALBA que funcionan supuestamente bajo los conceptos de ONG’s pero que tratan de emular al proyecto ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América), creación de Chávez para integrar políticamente a gobiernos de Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Esas casas de Alba donde se resalta la figura de Hugo Chávez, y que supuestamente "se financian por obra y gracia del Espíritu Santo", son centros de desestabilización del gobierno peruano promoviendo revueltas como la última paralización del Cuzco.

En Colombia, Chávez ha dejado traslucir su corazoncito de apoyo al terrorismo. Ya anteriormente había pedido que a las FARC se le retire de las lista de los grupos del terrorismo internacional, y que por el contrario se le considere a los sediciosos como una fuerza política beligerante. Luego del ataque de las fuerzas militares colombianas que significó la muerte del número 2 de esa agrupación subversiva; Chávez hace un minuto de silencio en homenaje al subversivo y moviliza sus tropas hacia la frontera colombo-venezolana.

¿Que tiene que hacer Chávez entrometiéndose en un conflicto que se da en la frontera de Colombia con el Ecuador y calificar con toda una serie de epítetos al presidente Uribe?.

O es que sospechaba ya que los militares colombianos habían capturado la computadora del subversivo de las FARC donde se detalla el compromiso y financiamiento de Chávez por US$300 millones de dólares a las FARC.

¿Porqué Chávez gasta millonarios recursos para la compra de armas y equipos de guerra a Rusia? ….¿Porqué los convenios con Irán para la construcción de fábrica de armas en Venezuela, aparte de otros convenios de ayuda mutua?...

El maletín con dinero en Argentina, evidenciado en la confesión en Miami de uno de los implicados; la denuncia del gobierno colombiano por patrocinio de Chávez a genocidas terroristas; así como los movimientos desestabilizadores de las casas de Alba en Perú, evidencian que Hugo Chávez es un peligro para la región y ya es hora que organismos como la OEA y las Naciones Unidas tomen cartas en el asunto para preservar la paz y la convivencia civilizada entre pueblos hermanos.