Después de la baja en las encuestas que ubican la popularidad presidencial ligeramente por encima del 30% a nivel nacional, lo mas resaltante del discurso del presidente Alan García fue precisamente que no hizo ningún anuncio espectacular para tratar de revertir esa percepción ciudadana. Eso ya es importante, y refleja un cambio de actitud en alguien que ama el aplauso de las multitudes. Para los escépticos siempre es un riesgo el voluntarismo presidencial, pero en esta oportunidad García a diferencia de su discurso de 1987 anunciando la estatización de la banca, ha preferido pedir un pacto social entre empresarios y trabajadores y hasta le ha pedido perdón a los maestros por llamarlos comechados.

Luego de las protestas masivas a nivel nacional, el presidente podría haber anunciado un aumento general de sueldos, pero cautamente ha pedido a su gabinete que que impulse con los gremios empresariales y trabajadores un acuerdo con la finalidad de establecer un nuevo salario mínimo, para lograr que se aumente el actualmente vigente, que es de S/.500. Es decir no ha querido echarse encima a los empresarios, estableciendo aumentos por decretos, y le da esperanzas a los trabajadores de que en el futuro pueda haber aumentos, pero basados en la mayor productividad.

El presidente también ha hecho una auto crítica expresando que no ha podido hacer todo lo que hubiera querido, y según manifiesta el necesitaría 2 años para que se vean los resultados de su gestión a favor de los mas necesitados. Lo cierto es que el país cuenta con recursos como nunca los ha tenido en la historia, y los indicadores del INEI refleja que si bien se ha disminuido la pobreza en la zona norte del país, Lima y por el sur en Arequipa y Cusco, en las demás regiones se mantiene estable y en algunos lugares la pobreza se ha agudizado.

Lo que si hay que destacar es que el crecimiento que exhibe el gobierno se debe a la continuidad de las políticas macroeconómicas impulsadas por el anterior gobierno de Alejandro Toledo, para quien no hay ninguna mención de reconocimiento desde que asumió el poder y hasta veladamente le dio su “chiquita” dirigiéndose a la Defensora del Pueblo, Beatriz Merino, al jactarse un ahorro por subasta inversa en la compra de medicinas y hacerle una pregunta sobre quien es responsable de ese supuesto sobrecosto.

Al respecto, sobre esa alusión a la Defensora del Pueblo, nos parece poco atinado mencionar nombres para expresar situaciones de reclamo o queja. Tal vez lo hizo "ardido" por las críticas de la Defensoría por el Decreto Ley dictada por el Ejecutivo en respuesta a las protestas que hace poco le causaron dolores de cabeza, ley que criminaliza las movilizaciones de los presidentes regionales y alcaldes y que Merino ha solicitado que el Congreso la revise y revierta esta ley.

Por otra parte sobre seguridad ciudadana anunció como un logro la compra de patrulleros para la Policía Nacional, adquisición realizada recientemente también mediante el sistema de subasta inversa, pero a decir de los entendidos no existe el ahorro que el ministerio del interior anunciara en días pasados, y que además se hizo con postor único. El asunto parece que traerá cola. ¿También le hará pregunta similar a la Defensora del Pueblo que la efectuada en su discurso de fiestas patrias?.

Entre las cosas que trató el presidente fue el TLC con los Estados Unidos, pidiéndole al congreso norteamericano su aprobación. Destacó también la designación de Machu Picchu como nueva maravilla del mundo. Asimismo mencionó el crecimiento de la economía, ya no sólo en base de la expansión mundial y al precio de los minerales, sino a la industria, turismo y comercio. Sobre el diferendo marítimo con Chile anunció la decisión del gobierno de llevar el problema al tribunal de la Haya.

En el transcurso de la semana iremos desmenuzando el discurso presidencial, sobre las metas de aquí al 2011, sobre todo en lo referente a descentralización, lucha contra la pobreza y otros temas.

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