Crisis en la BBC por difundir unas imágenes manipuladas de la reina Isabel II
La prensa exige la dimisión del director del primer canal del ente estatal británico
La BBC está inmersa en una crisis de confianza a causa del falso montaje de un vídeo sobre la reina Isabel II de Inglaterra que ilustra con bastante claridad un arrebato de malhumor de la soberana británica. El ente estatal ha reconocido que la cinta difundida falsea la realidad del evento filmado y ya ha presentado sus disculpas por el grave fallo que, según Peter Fincham, director del primer canal de televisión, BBC1, se debió a un "error humano". La prensa exige su dimisión y el directivo acepta su responsabilidad en la difusión de las imágenes manipuladas, pero se niega a dimitir.
La realidad fue muy distinta. Isabel II sí lanzó una mirada gélida a Leibovitz e interrumpió sus sugerencias con un comentario irónico que recogen las cámaras y el equipo de sonido. Pero no salió furiosa del salón, como sugiere el montaje. La BBC ha reconocido que, en esa polémica secuencia, la Reina enfilaba por un pasillo hacia el salón donde se tomaron los retratos encargados a la famosa fotógrafa con ocasión de su viaje de Estado a Estados Unidos y publicados el pasado mayo.
¿Error de montaje o deliberada manipulación promocional? Fincham asegura que desconocía el orden genuino de las secuencias cuando mostró el vídeo a los medios durante la presentación de la programación otoñal de la BBC. El tráiler lo montó la productora independiente RDF Media, que filmó a la familia real en sus tareas cotidianas a lo largo del año para festejar el 80º cumpleaños de la Reina. "Este montaje nunca estuvo pensado para mostrarlo al público ni a la prensa", alegan ambos socios.
BBC Trust, junta supervisora heredera de la Junta de Gobernadores, ha pedido explicaciones al director general del ente sobre un incidente que, para muchos, representa una tremenda falta de respeto hacia Isabel II. Es la segunda vez en menos de 10 días que el organismo interno de control de la BBC debe intervenir para restaurar la confianza de los espectadores. Porque el falso vídeo no es un incidente aislado, sino el último de una larga cadena de engaños y falsedades en los concursos televisivos de todas las principales cadenas británicas.
El pasado día 7, la autoridad reguladora de la industria de la comunicación, Ofcom, falló en contra de la BBC y le impuso una multa de 72.500 euros, sin precedentes en la historia del ente. La infracción se refería a un popular programa infantil, Blue Peter, que solventó con una trampa un problema técnico durante una emisión de la serie el pasado noviembre. El programa había invitado a la audiencia a responder por teléfono a una pregunta con fines benéficos. Llegado el momento de identificar al ganador de la jornada, los productores no pudieron acceder a los datos de los concursantes. El programa se emitía en directo. Cundió el pánico. Y para salir del paso se adjudicó el premio a un niño que casualmente visitaba esa mañana los estudios de la BBC donde se grababa Blue Peter.
De acuerdo con Michael Grade, anterior presidente de la BBC y actual director de la cadena comercial ITV, las dificultades de todas las televisiones se deben a la inexperiencia de una plantilla eminentemente joven. "Los chavales no entienden que no se pueden tomar atajos. No se miente a la audiencia en ninguna circunstancia. La gente que ahora hace los programas no comprende que en la confianza se asienta la ética básica de la televisión británica", dijo ayer Grade.
Etiquetas: actualidad, sociedad
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