Caída la Mazzetti, la pregunta del millón era saber a quien designaría Alan García como su reemplazante en el Ministerio del Interior. Días atrás ya las bases partidarias habían expresado que el gobierno debería acoger a mas apristas en el gobierno, clamor que había sido transmitido al país por el Secretario General del Partido Aprista, Mauricio Múlder.

Renunciante ministra Pilar Mazzetti y sucesor Alva Castro en el Ministerio del Interior...¿dará la talla?

Era de esperarse entonces que el nuevo inquilino ministerial de la cartera de la Av. Córpac sería un aprista. Dado el fracaso de la renunciante ministra ( o debemos decir renunciada), debido en parte a que no conocía de la problemática de la seguridad ciudadana, además de los errores en las adquisiciones sobre valoradas de patrulleros que desencadenaron en su alejamiento del cargo, y dada la complejidad de un sector tan neurálgico en la percepción de la ciudadanía, se esperaba que el presidente designase a alguien con una cierta experiencia en dicha materia.

Pero optó por un correligionario como Luis Alva Castro, que si bien ha sido segundo vicepresidente de la república, presidente de la Cámara de Diputados, presidente del Consejo de Ministros y ministro de economía en el primer gobierno de García, y actualmente parlamentario, por lo tanto tiene experiencia en gestión pública; en cambio, no tiene ninguna experiencia para solucionar los álgidos problemas del sector interior, que demanda combatir la delincuencia común y organizada, el narcotráfico, el terrorismo, entre otras problemáticas propias del sector, virtudes que de poseerlas ayudaría por ende a mejorar la seguridad ciudadana.

Es precisamente esa inexperiencia, lo que ha significado una lluvia de críticas de políticos, periodistas y analistas políticos, que manifiestan lo equivocado del nombramiento. Otros en cambio centran sus críticas en el hecho de que Alva Castro sea un aprista, y argumentan que ha empezado la apristización del gabinete, tal como lo anunciara Agustín Mantilla, quien expresó en una reunión, que después de los seis meses de iniciado el gobierno, habrían puestos para los apristas.

Coincidimos en la preocupación expresada por quienes critican la designación basada en la inexperiencia para el cargo, no así por el hecho de la procedencia aprista del nuevo ministro. Creemos que todo gobierno tiene el derecho de poner en cargos de confianza (y con mucha mayor razón a un ministro) a miembros de su partido, pero evaluando primero la idoneidad para el cargo.

Es por eso que revisando a gente aprista con experiencia en el ministerio del Interior, encontramos que han pasado por esa importante cartera hombres como el Dr. Barsallo Burga, El Almirante Soria, el patriarca aprista Armando Villanueva, el Ing. Abel Salinas y el secretario personal y hombre de confianza de Alan García, Agustín Mantilla.

De todos ellos destaca nítidamente el Ing. Abel Salinas quien fue el primer ministro del Interior de un gobierno aprista y tuvo destacada actuación en dicho portafolio. El fue el que realizó la unificación de la policía. Antes había tres instituciones policiales, la Policía de Investigaciones del Perú (PIP), la Guardia Republicana y la Guardia Civil y constantemente había fricciones y “guerritas”, inclusive a balazos entre grupos de dichas instituciones policiales. Inició además la modernización y equipamiento de la Policía Nacional dotándola de un sistema integrado de comunicaciones (una red privada que enlazaba las distintas comisarías y estaciones de la policía en Lima), informática y radio móvil operativo, entre otro tipo de equipamiento como armas, municiones y patrulleros, con lo cual la PNP pudo empezar a luchar eficazmente contra el terrorismo.

Pero lo mas importante: la honestidad del Ing. Salinas que era reconocida entre propios y extraños. Sólo narraré una anécdota que me contó un amigo diplomático sobre cierta reunión social, ocurrida el preciso día que se anunció la designación de Larco Cox como el nuevo presidente del Consejo de Ministros de aquellos años de gestión aprista. Estaban reunidos los embajadores de varios países departiendo por el día nacional de uno de esos países, cuando el representante francés dice “Tengo la ultima, me acaban de informar que el presidente del Consejo de Ministros será Larco Cox”, a lo que el representante canadiense dijo “es una pena, debió ser Abel Salinas (fuertemente voceado para el cargo). En ese hombre, la honestidad va por delante”.

Esa palabras se me han quedado grabadas. Porqué antes los escándalos ocurridos en varios portafolios en esa gestión aprista, recuérdese la importación de carne malograda, las corruptelas con el dólar MUC, etc, la honestidad del ministro Salinas era reconocida en los círculos políticos y medios periodísticos. Por lo tanto llegó a ganar un peso específico propio, y un gran prestigio, que muchos lo señalaban como un probable primer ministro.

Traigo a colación la honestidad, ahora que la propia ex ministra Mazzetti habló de corrupción en el Mininter y ante la evidente compra sobre valorada de los patrulleros que le costó perder el fajín ministerial; que intuyendo que el nuevo ministro del Interior iba a ser del partido de la estrella, antes de conocerse a Luis Alva como el nuevo titular del Mininter, hacíamos los cálculos políticos tomando las premisas antes señaladas.

Pero teniendo Salinas un peso específico propio (recuérdese fue disciplinadamente candidato a la presidencia de la república cuando la primera reelección de Fujimori era un hecho) ¿podría haber sido ministro en el gabinete Del Castillo?....¿Pueden haber dos soles en el firmamento?. O Alan García lo está reservando para un eventual relevo en el futuro del actual Premier.

En fin sólo hemos hecho estas disquisiciones como un ejercicio de cálculo político, teniendo en cuenta también que Abel Salinas ha sido Gerente del Plan de Gobierno aprista en las pasadas elecciones generales. Claro que Abel Salinas prefiere mantener un perfil bajo, pero los analistas políticos deberían tenerlo en cuenta en futuras composiciones del gabinete ministerial. Pero también es cierto que todo depende del humor presidencial.

Sobre el nuevo ministro Alba Castro, le damos el beneficio de la duda. Esperemos que agarre el toro por las astas y haga las reformas necesarias en la PNP y en el Mininter, y que tenga éxito, porqué de eso depende el mejoramiento de la seguridad ciudadana que es algo que demanda ciudadanía.

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