Brasil pagará precios internacionales por el gas boliviano, afirmó este jueves el presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, junto a su homólogo de Bolivia, Evo Morales.

En una rueda de prensa conjunta en la capital Brasilia, Lula dijo que el acuerdo garantizará "la estabilidad y seguridad indispensables para entrar en una nueva etapa de nuestra colaboración energética", poniendo fin a meses de disputas entre ambos países.

Brasil y Bolivia se dan la mano, tras meses de disputa por el tema del gas.

Los nuevos precios se aplicarán a más tardar el próximo 15 de abril, aseguró Lula con respecto al gas suministrado a la termoeléctrica de Cuiabá, en el estado brasileño de Mato Grosso -uno de los dos acuerdos energéticos vigentes entre Brasil y Bolivia-.

El ministro de Hidrocarburos boliviano, Carlos Villegas, afirmó este miércoles que el precio de Cuiabá pasará de US$1,09 a US$4,20 por millón de BTU (unidades térmicas británicas).

Más detalles
En las próximas horas se prevén conocer más detalles, como el nuevo precio del gas que se aplicará en el segundo acuerdo, que compra la principal empresa petrolera brasileña, Petrobras, para abastecer el estado de Sao Paulo.

Según Villegas, la fórmula acordada generará un ingreso adicional de unos US$100 millones por año por el gas vendido a Sao Paulo, que representa el 90% del gas importado por Brasil.
Se suman a ello US$48 millones de dólares adicionales por el gas entregado a Cuiabá.
Lula añadió que su país estudiará además nuevas inversiones en Bolivia.
Éstas consistirían en una central hidroeléctrica binacional en la frontera con Bolivia, una central de biodiesel financiada por Petrobras en suelo boliviano y un polo de producción gas-químico en la frontera.

Larga disputa
En su momento más tenso, la disputa por el gas provocó un grave enfrentamiento entre los dos presidentes, ambos de tendencia izquierdista.

Brazil depende de Bolivia para la mitad de su uso diario de gas.
Todo comenzó en mayo del año pasado, cuando Morales anunció que trataría de obtener lo que describió como "precios más justos" para las exportaciones de gas.

Brasil, que le compra a Bolivia la mitad del gas que consume, reaccionó con firmeza, llegando a congelarse todas las inversiones de Petrobras en Bolivia.
Fuente: BBC Mundo
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