Nos resistimos a creer lo que ha denunciado César Hildebrandt en Radio Programas del Perú, sobre la supuesta presión que estaría ejerciendo el presidente Alan García para que el prestigioso periodista sea apartado del diario La Primera, en represalia por haber escrito un articulo sobre el hijo extramatrimonial, que ayer el primer mandatario tuvo que admitir en mensaje a la nación.

Como es de conocimiento publico, el pasado viernes el incisivo periodista escribió en su columna en La Primera sobre la existencia y ocultamiento del niñito Federico Dantón García Cheesman, dentro del contexto del articulo titulado “¿Setenta millones de soles en vacunas que no son imprescindibles compradas a un pediatra aprista?” donde criticaba entre otras cosas la compra de vacunas sin licitación

Tal como escribimos ayer, el presidente actuó inteligente y rápidamente al anunciar al país que tenía un sexto hijo nacido en febrero del 2005, fruto de una relación con una guapa economista durante el tiempo que estuvo separado de su esposa Pilar Nores, pero si como denuncia Hildebrandt, el presidente estaría presionando al propietario de La Primera para apartarlo del medio; mal haría el presidente si esto llegara a ocurrir, porque se tornaría en un boomerang que afectaría su gobierno.

Hildebrandt denuncia que García, a quien no le habría gustado para nada la revelación sobre su nuevo hijo, a pedido su cabeza al propietario del diario, el millonario Ricardo Wong, conocido por ser uno de los importadores de juegos artificiales que originaron la desgracia ocurrida en el incendio de Mesa Redonda, hace algunos años y que ocasionó muchas muertes.

Según Hildebrandt, el mismo Wong instruyó a un periodista que no quiso identificar por razones obvias, en el articulo publicado en La Primera “Organización Panamericana de Salud desmiente a Hildebrandt”, con la finalidad de desacreditar al periodista, quien se había pronunciado sobre la campaña nacional de vacunación contra la rubéola, y obligarlo a renunciar.

En un nuevo artículo, Hildebrandt se ha ratificado en su denuncia contra la citada vacunación y esperemos que Wong no “renuncie” a este brillante periodista, porque sería una pésima señal de autocensura ante el poder, que flaco favor le haría a la democracia y al gobierno que actualmente goza de altos niveles de aceptación popular.

La situación adquiere visos de verosimilitud, si recordamos a Wong como invitado especial a algunos de los actos proselitistas durante la segunda vuelta electoral del entonces candidato Alan García, durante la campaña presidencial 2006.

Recordamos al actual presidente cuando era acido crítico de Alejandro Toledo, durante la época que éste era golpeado como “piñata” por los medios de comunicación, sin embargo Toledo respetó escrupulosamente a la prensa. Confiamos que tal política será seguida también por el presidente García, en aras de la libertad de prensa irrestricta que debe existir siempre en nuestro país.

Confiamos que el propio Alan García, al igual que lo hizo contra algunos medios ayayeros que habían criticado por la denuncia del hijo extramatrimonial del presidente, (quienes argumentaban que no debía tocarse la vida privada del mandatario), finalmente fueron rectificados por éste, al manifestar que el presidente no tiene vida privada; de igual forma procederá en el caso, que por querer congraciarse con el poder, Wong cometiera el desatino de presionar a Hildebrandt para obligarlo a renunciar.

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