Comisión investigadora a Toledo: Circo para las tribunas
Partamos de la premisa que todo gobierno debe ser fiscalizado y debe denunciarse cuando hay indicios de actos de corrupción, pero en el caso del anterior gobierno, muchos de los problemas de presunta corrupción que tuvo que enfrentar el gobierno toledista ya están judicial izados y algunos como el de las presuntas firmas falsas están por prescribir, por lo que creemos que la nueva comisión parlamentaria para investigar al gobierno del presidente Alejandro Toledo, no es mas que una búsqueda de exposición mediática para el lucimiento personal ante las cámaras de TV de parlamentarios desconocidos muchos de ellos, para que la población los reconozca y una duplicidad de funciones con lo que ya viene procesando el poder judicial.
Lo que se está buscando es el circo político mediático, llamando a personalidades políticas y funcionarios del anterior régimen, para someterlas al escrutinio publico y despacharse con histriónicos discursos para solazar al vulgo y quedar grabado en la memoria colectiva con miras a futuras cosechas electorales.
Lo que llama la atención es la actuación de la bancada parlamentaria aprista, porque si bien es cierto la citada comisión fue planteada por la bancada Nacionalista UPP, la misma fue secundada entusiastamente por la bancada aprista.
Decimos esto a colación con lo que manifestáramos ayer sobre la forma en que desde Palacio de Gobierno se “provee de primicias” a programas políticos de la TV en lo que denominamos la compra de algunos trapos de la ex primera dama Eliane Karp de Toledo, en la búsqueda de armar el preámbulo del escándalo mediático venidero.
Sin embargo nada se dice sobre los probados casos de corrupción del régimen fujimorista y la aparente falta de voluntad política para extraditar al ex presidente Alberto Fujimori para su procesamiento por la justicia peruana.
Preocupa la renuncia del ex procurador Iván Montoya quien dijo claramente que no podía quedarse por mas tiempo en dicho cargo por una serie de obstáculos que personajes del gobierno ponían a su gestión.
El citado ex funcionario además dijo que su renuncia se debía a que el Consejo de Defensa Judicial del Estado pretendía interferir y bloquear la independencia de la procuraduría ad hoc . También manifestó que de parte del gobierno aprista “ hay una absoluta indiferencia por lo que el panorama es incierto” reclamando a las nuevas autoridades una expresión oficial de rechazo a la corrupción del régimen fujimorista.
Primero fue la negociación de las comisiones en el nuevo parlamento, donde a la bancada fujimorista se le dio la comisión que tienen que ver con la extradición de su jefe y fundador, la de Relaciones Exteriores, presidida nada menos que por Víctor Rolando Sousa Huanambal el abogado del ex presidente Fujimori. Después la renuncia del ex procurador Antonio Maldonado encargado de la extradición del ex presidente Fujimori. Ahora la renuncia de Montoya con lo cual se debilita la lucha contra la corrupción fujimorista y que puede acabar finalmente con la impunidad del citado ex presidente.
Nos esperan pues días de circo político. ¿Todo esto no será un tinglado armado para distraer a la opinión publica y que los fujimoristas puedan lograr su único y gran objetivo en este parlamento, que por lo demás lo han reconocido, lograr frustrar la extradición del Alberto Fujimori?
Por la salud de la democracia peruana, por la credibilidad en sus autoridades, esperemos que no y que el gobierno de señales claras de lucha contra la corrupción y ponga todo su empeño para lograr finalmente la extradición de Fujimori.
Lo que se está buscando es el circo político mediático, llamando a personalidades políticas y funcionarios del anterior régimen, para someterlas al escrutinio publico y despacharse con histriónicos discursos para solazar al vulgo y quedar grabado en la memoria colectiva con miras a futuras cosechas electorales.
Lo que llama la atención es la actuación de la bancada parlamentaria aprista, porque si bien es cierto la citada comisión fue planteada por la bancada Nacionalista UPP, la misma fue secundada entusiastamente por la bancada aprista.
Decimos esto a colación con lo que manifestáramos ayer sobre la forma en que desde Palacio de Gobierno se “provee de primicias” a programas políticos de la TV en lo que denominamos la compra de algunos trapos de la ex primera dama Eliane Karp de Toledo, en la búsqueda de armar el preámbulo del escándalo mediático venidero.
Sin embargo nada se dice sobre los probados casos de corrupción del régimen fujimorista y la aparente falta de voluntad política para extraditar al ex presidente Alberto Fujimori para su procesamiento por la justicia peruana.
Preocupa la renuncia del ex procurador Iván Montoya quien dijo claramente que no podía quedarse por mas tiempo en dicho cargo por una serie de obstáculos que personajes del gobierno ponían a su gestión.
El citado ex funcionario además dijo que su renuncia se debía a que el Consejo de Defensa Judicial del Estado pretendía interferir y bloquear la independencia de la procuraduría ad hoc . También manifestó que de parte del gobierno aprista “ hay una absoluta indiferencia por lo que el panorama es incierto” reclamando a las nuevas autoridades una expresión oficial de rechazo a la corrupción del régimen fujimorista.
Primero fue la negociación de las comisiones en el nuevo parlamento, donde a la bancada fujimorista se le dio la comisión que tienen que ver con la extradición de su jefe y fundador, la de Relaciones Exteriores, presidida nada menos que por Víctor Rolando Sousa Huanambal el abogado del ex presidente Fujimori. Después la renuncia del ex procurador Antonio Maldonado encargado de la extradición del ex presidente Fujimori. Ahora la renuncia de Montoya con lo cual se debilita la lucha contra la corrupción fujimorista y que puede acabar finalmente con la impunidad del citado ex presidente.
Nos esperan pues días de circo político. ¿Todo esto no será un tinglado armado para distraer a la opinión publica y que los fujimoristas puedan lograr su único y gran objetivo en este parlamento, que por lo demás lo han reconocido, lograr frustrar la extradición del Alberto Fujimori?
Por la salud de la democracia peruana, por la credibilidad en sus autoridades, esperemos que no y que el gobierno de señales claras de lucha contra la corrupción y ponga todo su empeño para lograr finalmente la extradición de Fujimori.
Esperemos que no por la necesidad de contar con los votos de los parlamentarios fujimoristas en el congreso se haya negociado un relajamiento de los esfuerzos del estado para concretar la extradición. Creemos que las mayorías nacionales no lo tolerarian.
Etiquetas: opinión, Perú, Política
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