Los retos del gabinete de Yehude Simon

El presidente regional de Lambayeque, Yehude Simon ha sido designado por el presidente Alan García para presidir el segundo gabinete de su segundo mandato.

Su antecesor, Jorge del Castillo, tuvo que dejar el cargo, luego de una gestión de un poco mas de dos años, salpicado por el escándalo de los audios de la asignación de los lotes petroleros de Perupetro, con lo cual el gobierno trata de oxigenar el gabinete insuflándole nuevos aires que lo lleven a buen puerto, en medio de un clima político enrarecido por los “petroaudios”, que aunado a los conflictos laborales de gremios en huelga, habían desgastado al gabinete saliente.

Entonces un primer reto de la gestión que inicia Simón será una lucha frontal contra la corrupción. No se pueden repetir los errores del gabinete anterior que mantuvo contra viento y marea a controvertidos ministros en cuyos sectores se produjeron sonados casos de corrupción. El flamante Premier ha expresado “hay que saber escuchar a la población”, que era lo que a veces el gobierno ignoraba, blindando a ministros como Alva Castro y Garrido Lecca, desoyendo el clamor popular que solicitaba sus cambios (escándalo de la compra de patrulleros, compra de contenidos en la prensa fujimontesinista, respectivamente) entre otros sonados escándalos.

Es importante reconquistar la credibilidad, para lo cual el manejo de cosa pública con transparencia y honestidad es fundamental.

Simón asume en medio de un panorama internacional convulsionado por la crisis financiera mundial que también nos afectará, aunque menos que a otros países por el manejo responsable que se ha tenido de la política macroeconómica, pero de hecho bajarán nuestras exportaciones y los ingresos del fisco, por la menor cotización de los minerales, que es nuestra principal fuente de ingresos de divisas. Sin embargo, el nuevo Premier hereda ya un conjunto de conflictos gremiales que demandan reivindicaciones económicas, como la ya prolongada huelga médica. Simón tendrá que hilar muy fino para que coordinado con el ministerio de Economía y Finanzas, encontrar la fórmula que posibilite avanzar sin caer en populismos que trastoquen la economía.

En el campo económico está el mayor reto del nuevo gabinete, pues ante el negro panorama internacional, el ministro de Economía había programado un recorte presupuestal para el ejercicio del próximo año, que ahonda las discrepancias con los sectores que han sido afectados.

Al ser un hombre salido de las canteras de la izquierda peruana, Simon puede encontrar en la izquierda radical, pedidos desmededidos imposibles de cumplir por la caja fiscal, que debe tener la sapiencia de sortear.

Yehude Simon ha anunciado que privilegiará el diálogo con líderes de partidos políticos, presidentes regionales, dirigentes empresariales y laborales como una forma de llegar a consensos, que esperamos logre elaborar propuestas de desarrollo para superar los problemas que aquejan a nuestro país. Debe priorizarse la lucha contra la pobreza y la generación de nuevos empleos, para lo cual es vital la captación de nuevas inversiones.

Asimismo, proviniendo del ámbito regional, es de esperarse que Simon impulse la intergración en macrorregiones buscando los mecanismos que permitan superar esas disputas entre departamentos vecinos, sumando su eficiencia y potencialidades con la integración.

Otro problema que tendrá que afrontar el flamante Presidente del Consejo de Ministros, será lidiar contra el carácter del presidente. Decía anoche Jorge del Castillo, en su conversación con César Hildebrant, que él (Del Castillo) era de un carácter estable, que sabía escuchar al presidente y temperar sus apreciaciones, sin manifestar claro que García podía tener un carácter cambiante. Por gente que ha trabajado al lado del mandatario, se sabe del inmenso ego presidencial y de su gran autosuficiencia, que en el ímpetu por lograr cosas, puede inducirlo al error. Pero también sabemos que capeando un primer embate de la apreciación inicial del presidente, documentándose adecuadamente para un segundo análisis del problema del caso, García sabe escuchar y atender las objeciones que contradigan su primera apreciación.

En suma al nuevo Premier le queda ajustarse bien los pantalones y afrontar con cautela pero a la vez con decisión, con inteligencia pero a la vez con humildad, con valentía pero a la vez con ponderación, los álgidos problemas del país. Él sabe que de su desempeño depende su futuro político, que es lo de menos, lo importante son los destinos del país y los sagrados intereses de la patria.

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