Para algunos expertos, el poner en juego su puesto es una cortina de humo para ocultar los problemas de la Constituyente, la inflación y la escasa generación de empleo.

Momento en que el presidente boliviano, Evo Morales, hace su propuesta de realizar un referendo revocatorio para todos los cargos de elección popular. Foto: EFE

El estancamiento de la Asamblea Constituyente boliviana pasó a segundo plano ayer, después de que los prefectos (gobernadores) opuestos al Gobierno decidieron aceptar el reto que el presidente Evo Morales les planteó al proponer un referéndum revocatorio de mandato para todas las autoridades.
Morales aseguró ayer que de perder, convocaría de inmediato a elecciones anticipadas.

Según el vocero presidencial, Alex Contreras, para revocar el mandato del Presidente será necesario que el 'no' obtenga un voto más que los reunidos en las elecciones presidenciales del 2005. Morales ganó esos comicios con 1.543.776 de los votos (53 por ciento) para gobernar, como los prefectos, hasta 2011.

En opinión de la analista Ximena Costa, la propuesta de una consulta popular es una "inteligente estrategia política para ganar tiempo".

El bloque oficialista mayoritario en la Asamblea Constituyente decidió el miércoles por la noche trasladar las sesiones en las que pretende aprobar en detalles el futuro texto constitucional para el país a la localidad de Lauca Ñ, en la región de Chapare (Cochabamba, centro), una zona de cultivos de coca en la que nació el partido de Gobierno, el Movimiento al Socialismo (MAS).

La nueva Constitución tiene como plazo final el 14 de diciembre, de lo contrario, hay amenazas de las regiones gobernadas por la oposición para declarar regímenes autonómicos en sus territorios.

Pese a la decisión, ayer no hubo anuncio oficial sobre el traslado, que previsiblemente hubiera sido rechazado por la oposición. En su lugar, los medios de comunicación hicieron eco de la propuesta de referéndum y de la reacción de los prefectos de Santa Cruz, Beni, Pando, Cochabamba y Tarija.

Los Prefectos fueron elegidos por voto popular hace un año, pero lideran una oposición civil que ejerce presión política, un tanto alejada de la acción de los partidos y agrupaciones ciudadanas opositoras, representados en la Constituyente.

Entre las bancadas constituyentes la agenda aún gira en torno al texto constitucional aprobado 'en grande' hace dos semanas. Antes de discutir el traslado de la sede de las sesiones a otro punto del país, reclaman al MAS que reconozca la ilegalidad de ese texto puesto que fue aprobado en las inmediaciones de un Liceo Militar, cerca de Sucre.

Guillermo Richter, constituyente del opositor Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), dijo: "Insistir en sesionar en Lauca Ñ es insistir en la ilegalidad", al recalcar que el MAS debería dar una muestra de "comportamiento democrático" y retirar la propuesta de Constitución que aprobó haciendo uso de la mayoría simple y en ausencia de la oposición.

Consulta saludable

Por su parte, Ricardo Cuevas jefe y constituyente del partido Camino al Cambio, dijo que la opción oficialista por Lauca Ñ demuestra que el Gobierno quiere aprobar la nueva Constitución "en soledad", puesto que es difícil y poco seguro para la oposición acudir al bastión popular del MAS.

Con respecto al referéndum revocatorio, dijo que sería 'saludable' para el país si permite dilucidar cuánto apoyo tienen ahora el Presidente y los prefectos. Su facción apoya que la revocatoria de mandato tenga como margen el 50 por ciento más uno de los votos.

De seis a ocho meses es el tiempo que calculó para la realización del referéndum.

"Al Gobierno le va mejor en campaña que en gestión", dijo, en alusión a que el planteamiento hecho por el presidente Morales también servirá para tender un velo sobre otros temas de actualidad como la inflación de 11,02 por ciento en lo que va del año, la escasa generación de empleo y el desabastecimiento alimentario.

"El presidente es fuerte a escala nacional y los prefectos lo son en sus regiones", dijo y agregó que los prefectos aceptaron el referéndum porque les da un espacio de campaña, pero están confundidos sobre el curso de acción y volverán a depender de los partidos políticos para promoverse.

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