Es una buena noticia que los congresistas hayan retrocedido en el asunto de sólo sustentar el 30% de sus gastos operativos, maniobra mediante la cual podrían haber dispuesto libremente del 70% restante, lo que en buena cuenta habría sido un virtual aumento de sus haberes.

Ante la ola de críticas, y la marcha atrás de los congresistas apristas, los portavoces de las diferentes bancadas persistieron en el asunto, “al dejar en libertad a los congresistas que sustenten de acuerdo a su conciencia”, porque según ellos, en el interior del país no era posible obtener facturas de todos sus gastos. (¿..?)

Ante esa coraza de indiferencia frente a la opinión pública, las críticas arreciaron, y los llamados “otorongos” del Congreso han reflexionado, dado que la imagen del Parlamento quedaba mas maltrecha aún ante los electores. Recuérdese que en un último sondeo a nivel nacional publicado por el diario El Comercio, preparada por Apoyo, sólo el 19% de la población aprobaba la gestión del Congreso.

Es destacable la actitud de rectificación de los parlamentarios, porque persistir en el error, hubiera significado que los congresistas serían una casta privilegiada, para quienes la austeridad son cosas de los demás (para los tontos), pero no para ellos.

Los congresistas deben dar el ejemplo en la austeridad, y no seguir disparándose a los pies, deteriorando su imagen ante sus electores, porqué como hemos dicho anteriormente, el descrédito arrastra a toda nuestra clase política.

Ahora la rendición de cuentas de los gastos operativos de los “padres de la patria” seguirá siendo como se venía haciendo, o sea del 90% con facturas. ¡Bienvenida la rectificación!