Corea del Norte inició este lunes, con apoyo de expertos estadounidenses, el proceso de inhabilitación de las tres principales instalaciones de Yongbyon, su mayor complejo nuclear.

"Es una primera etapa positiva", señaló el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Tom Casey.

Según la agencia surcoreana Yonhap, el objetivo de la nueva fase es inhabilitar una planta de producción de combustible nuclear, otra de reciclado y un reactor de cinco megavatios, así como extraer las 8.000 barras de plutonio almacenadas en las instalaciones, similares a las usadas en la prueba nuclear de octubre de 2006.

De esta forma se cumpliría con lo acordado en Pekín durante las negociaciones a seis bandas que mantienen las dos Coreas, EEUU, China, Japón y Rusia. Si se cumple el calendario oficial, la inhabilitación debería terminar este mismo año para dar paso a la etapa de desmantelamiento, un proceso que haría "irreversible" la inutilización de las instalaciones, como explicó el sábado el negociador estadounidense, Christopher Hill.

No obstante, según varios analistas surcoreanos, Pyongyang condicionará la siguiente fase del proceso a su salida de la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo.

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