El golpe no paga
Quince años después del famoso DISOLVER… DISOLVER con que el ex presidente Alberto Fujimori, disolvió el Congreso de la República para convertirse en dictador, la democracia castiga a quienes atentaron contra ella.
Fujimori, que había sido elegido democráticamente en 1990, se saltó la valla de la legalidad el 5 de abril del 1992, perpetrando un autogolpe para controlar todos los poderes del estado, pisoteando la Constitución que había jurado cumplir y defender.
Entonces la excusa fue que necesitaba generar las herramientas legales para luchar eficazmente contra el terrorismo, que campeaba asolando el Perú. Lo cierto es que el terrorismo empezó a caer con la captura del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, por un grupo de policías que trabajando silenciosamente desde finales del gobierno de García fueron los que lograron, en base a inteligencia, la captura de la cúpula senderista. Ese grupo liderado por el general de Ketin Vidal, e integrado por policías como Benedicto Jiménez (jefe del grupo especial de la DINCOTE), Marco Miyashiro, Luís Valencia, entre otros, fueron los que asestaron un golpe mortal al senderismo, con esas capturas, lo que después fue capitalizado políticamente por Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori.
La verdad de las cosas es que quien envolvió a Fujimori en su telaraña fue su ambicioso y corrupto asesor Vladimiro Montesinos, quien con el apoyo del alto mando militar tenían un proyecto de gobernar al país por 20 años.
Como el problema del terrorismo era un tema sensible en una población angustiada por los continuos apagones y atentados terroristas, Fujimori, hábilmente con una prédica contra el sistema de partidos políticos, logró captar la simpatía popular, luego del autogolpe para “legitimarse”.
Debido a la presión internacional se instauró el Congreso Constituyente que redactó una nueva Constitución, a la que también Fujimori en su sed de poder la forzó, al realizar su mayoría parlamentaria en el Congreso, una interpretación auténtica para posibilitar una tercera re-reelección. A esas alturas del gobierno, la descomposición moral del gobierno era escandalosa y devino en los sucesos que todos conocen, con los vladivideos y la famosa renuncia por fax desde el extranjero, hasta la extradición de Fujimori de Chile.
Ayer el Poder Judicial ha condenado a todo el gabinete de Fujimori por su apoyo al autogolpe. Les ha impuesto 4 años de prisión condicional a 9 de ellos, reservando sentencia a dos prófugos no habidos, y 10 años de prisión efectiva al ex ministro del Interior Juan Briones Dávila por delito de rebelión y secuestro de políticos y personalidades civiles.
Son importantes estas sentencias que ha dictado el Poder Judicial Peruano por que sancionan el atropello contra la democracia, lo cual esperamos que constituyan una dura lección para que nadie en el futuro quiera tomar el poder por la fuerza de las armas y no por la fuerza de los votos.
En casos como el perpetrado por Fujimori, es destacable la actitud que tomara el Dr. Alfonso de los Heros, que fuera presidente del Consejo de Ministros, y que prefirió renunciar a su cargo antes que avalar el autogolpe del chino y tener una cuota efímera de poder.
Como hemos dicho anteriormente, no todo gobierno es malo o bueno integralmente, siempre hay cosas positivas que rescatar. Los fujimoristas se jactan de que controlaron el terrorismo, pero lo mismo se podría haber logrado en democracia.
Con las sentencias de ayer, se puede decir que en el Perú el atentar contra la democracia no paga, o mejor dicho que el golpe no paga.
TAGS:Alberto Fujimori, autogolpe, autolpe 5 de abril, política
Etiquetas: opinión, Perú, Política
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