En su oportunidad manifestamos que en su obsesión por congraciarse con la población – dado el recuerdo negativo de su primer gobierno- el presidente Alan García hizo de la austeridad uno de sus caballitos de batalla para ganar el favor popular en las encuestas.

También mencionamos que algunas medidas fueron exageradas, y muchas se convirtieron en poses mediáticas. Por ejemplo dijimos que mientras Boeing y Airbus se disputaban la venta de avión presidencial chileno, aquí el presidente García anunciaba la venta del avión presidencial peruano, el cual le sirvió en su prédica mediática, al estigmatizar a la aeronave como símbolo de la frivolidad del su antecesor Alejandro Toledo, durante cuyo mandato la prensa lo bautizó como avión parrandero.

Para dar mas énfasis a su discurso, García dijo “He tomado la decisión de no usarlo ya estoy viejo para ese tipo de adulaciones y comodidades porque la vida es distinta” al anunciar su venta en febrero de este año, anunciando además que el dinero a obtenerse por la venta de la aeronave se usará en la construcción de un nuevo local del Instituto Nacional de Salud del Niño.

Así las cosas, quien se opondría a una obra de infraestructura a favor de los niños, acallando algunas voces que discrepaban con la venta del Boeing 737, otrora avión presidencial, que fuera adquirido durante el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori.

En estos días la Agencia de Promoción de la Inversión Privada ( Pro Inversión) ha anunciado la postergación de la apertura de sobres y la consiguiente adjudicación de buena pro del “despreciado” avión presidencial, para este miércoles 3 de Octubre, supuestamente por pedido expreso de los postores. Pero lo que se sabe es que nadie estaba interesado en la subasta.

Si este miércoles el otrora avión presidencial, valorizado en mas de 18,5 millones de dólares no se lograra vender (salvo que se lo quiera rematar a cualquier precio), la aeronave debería volver a la FAP para ser usada en una serie de actividades operativas de la institución.

Ahora bien, si el presidente no quedara prisionero de sus palabras, al haber pasado la etapa de luna de miel con el electorado, al que cada día al inicio de su gobierno trataba de seducir con anuncios espectaculares, el presidente García debiera retomar el uso de la aeronave como avión presidencial, y asistir a eventos importantes como la pasada asamblea de la ONU, donde al igual que a otros eventos internacionales importantes de jefes de estado García ha desestimado asistir.

¿Será talvez que al igual que cuando anunció la venta del avión presidencial, García se siente viejo para realizar esos largos itinerarios con engorrosas trasbordos por su pose de viajar en líneas aéreas comerciales? En un mundo globalizado, es importante la presencia del primer mandatario en esos eventos internacionales, para coordinar con sus pares de otros países, asuntos trascendentes para el país, y nada mejor que hacerlo en el avión presidencial.
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