¿Cuál oposición?

Para el gobierno aprista, mejor oposición política no puede existir. Aquí traemos a colación la frase “¿pero cuál oposición?” expresada por el “cabezón” presidente del Congreso, Luís Gonzáles Posada, en su primera entrevista con la periodista Rosa María Palacios, luego de ser elegido como flamante presidente del Congreso. Recordemos, que pese a que los parlamentarios apristas eran minoría lograron capturar la presidencia del legislativo, ante una supuesta oposición, que si alguna vez unieran fuerzas podrían imponer la agenda política del país, como por ejemplo lograr la elección de un presidente opositor en el poder legislativo que haga un eficaz contrapeso político con el Ejecutivo.

En realidad el gobierno aprista tiene una oposición timorata en el Congreso, o inexistente, y los líderes de los partidos opositores tienen poca o nula presencia en la escena política nacional.

La situación de la oposición en el Congreso es que por la coyuntura política, los partidos políticos que tenían alguna opción de lograr captar curules en las pasadas elecciones generales, seleccionaron representantes de una medianía supina, a muchos de los cuales ni siquiera se les conoce, si no es tal vez por situaciones anecdóticas y a otros por actitudes anti éticas (por no decir delictivas) como la contratación de empleados fantasmas.

Así como está el panorama, los apristas las tienen bastante fácil, para que con sus movidas puedan manejar las cosas a su conveniencia, que no es necesariamente lo que mas le conviene al país.

Los líderes del partido de gobierno, se quejan de la existencia de un complot para interpelar y censurar ministros, y hasta ven fantasmas por la reunión del líder de la chacana, el ex presidente Alejandro Toledo con el líder nacionalista Ollanta Humala. Tal vez si la chacana tuviera una bancada numerosa en el parlamento, se podría justificar el complot señalado por los apristas para tumbarse ministros. Pero el toledismo apenas tiene dos representantes en el Congreso, de los cuales sólo Carlos Bruce da la batalla política, porqué a David Vaisman ni se le siente.

La líder de Unidad Nacional, Lourdes Flores está mas centrada en sus labores académicas como rectora de una universidad privada, que enchufada en los avatares de nuestro mundillo político. Al otro peso pesado, que perteneciera a la agrupación que dirige “Lulú”, “gato gordo” Antero Flores Aráoz, y que le peleaba el liderazgo en el PPC, ya lo ganó el partido de gobierno nombrándolo en un cargo burocrático internacional.

La bancada de Unidad Nacional ha demostrado – salvo contadas ocasiones- ser una bancada no muy disciplinada, que no siempre aprovechan las oportunidades donde el partido de gobierno presenta algún flanco débil, para imponer condiciones. Por ejemplo en el caso del proyecto de censura al ministro del Interior, Luis Alva Castro, le lanzaron un salvavidas, dándole una oportunidad hasta el día de ayer para que entregue cabezas de funcionarios de las demostradas corruptelas en la cartera a su mando.

Los parlamentarios que llegaron al Congreso con la locomotora de Ollanta Humala, después se dividieron en upepistas y nacionalistas, donde hay una disparidad de intereses y reacomodos. Algunos se han vuelto palaciegos como Alvaro Gutierrez, olvidando que antes hasta le proporcionó sus camionetas al líder nacionalista Humala duranta la campaña presidencial.

Hoy día hasta el cierre de este post, Gutiérrez que apoyaba la censura a Lucho Alva, hasta felicita al ministro por haber anulado la compra sobrevalorada de pertrechos antimotines, después que el Consucode anulara (posterior a la interpelación) la inscripción de la empresa proveedora. Hay acusaciones mutuas entre los congresistas Gutiérrez y el nacionalista Cayo Galindo sobre la tenencia de la moción de censura original, que fuera retirada luego de su presentación por haberse presentado antes de la finalización del proceso de interpelación al titular del Mininter.

Así como están las cosas difícilmente, la “oposición” logrará reunir las firmas necesarias para lograr la censura del ministro Alva.

Que diferencia con el opositor partido aprista, que a estas alturas del gobierno de Alejandro Toledo había interpelado hasta 8 ministros. Y si nos remontamos mas atrás, ni que hablar del abuso que hacian de esta herramienta política, censurando ministros durante el primer gobierno de Belaunde, que derivó en el golpe militar de Velasco Alvarado. Tampoco desaprovecharon la coyuntura política para liderar interpelaciones durante el segundo gobierno del belaundismo.

Y si nos referimos al ahora presidente García, recordamos que no desaprovechaba oportunidad para tener presencia mediática, criticando al gobierno: Ahí tenemos por ejemplo su oposición cerrada a la adhesión por parte del Perú a la Convención del Mar, haciendo retroceder lamentablemente al gobierno de Toledo en esta materia. Así por el estilo no había situación política que García desaprovechara para ganar titulares en los medios. O es que acaso no recuerdan que dijo, que si Toledo firmaba el TLC con EEUU él se encargaría de anular ese tratado, contribuyendo a crear una corriente negativa de oposición a este importante instrumento, que felizmente ahora en el gobierno ha rectificado.

No recuerdan también a un Alan opositor colgándose de la marcha de la CGTP contra el gobierno toledista, recordada por la famosa “patadita” al trasero de un manifestante. Todo era válido para llevar agua para su molino.

Ahora en el gobierno, con una oposición desarticulada el APRA habla de complots, por la probabilidad de censura de su ministro del Interior y la hipotética interpelación de su ministro de Salud. La vaca no se acuerda cuando era ternera.

Lo que si hay que reconocer al APRA es su buen manejo mediático, que hasta el editor de política del Comercio, Juan Paredes Castro, habla del trasfondo político de la cita entre Toledo y Humala donde conjetura una explosión parlamentaria, como si con dos congresistas el toledismo pudiera hacerle yaya al gobierno aprista.

Nadie acusa de corruptos a los ministros Alva Castro y Vallejo del Interior y Salud respectivamente, pero son ya varias y reiteradas “las perlas” en dichos ministerios, donde la responsabilidad política (léase ineficiencia) de los ministros es evidente, que merecen de sobra la interpelación y censura en el caso de Alva.

Pero parafraseando lo dicho por Gonzáles Posada ¿con cuál oposición?

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