Si necesita sangre en un hospital nacional encomiéndese al santísimo
Presidente García pidió perdón a paciente infectad con VIH en hospital nacional.
En esta semana una de las noticias que concitaron la atención pública, fue el contagio con el virus de VIH de una paciente que se atendió en el Hospital Carrión del Callao, perteneciente a la red hospitalaria del Ministerio de Salud (MINSA).
Este caso se suma a otros denunciados en el tiempo, tal como los ocurridos anteriormente en la maternidad de Lima, donde algunos recién nacidos contrajeron la mortal enfermedad, y murieron producto de la inoculación del virus a través de sangre que no habían pasado los controles rigurosos de calidad para descartar la contaminación con VIH y pasar al Banco de Sangre del centro materno infantil.
Otros casos denunciados en la presente semana involucran a la seguridad social-EsSalud- donde los funcionarios del Hospital Rebagliatti han tenido que informar sobre los casos de pacientes de hemodiálisis infectados con hepatitis B, en un laboratorio contratado por la institución.
García recibió en Palacio a Judith Rivera y se disculpó por la terrible negligencia de la que fue víctima en un hospital del Minsa, donde la infectaron con VIH. (foto Perú 21)
De los casos denunciados durante la gestión de la ex ministra Mazzetti, en el 2004, donde 5 infantes fueron contaminados con el VIH, al parecer poco se ha hecho en el estado para dar seguridad a los pacientes que se atienden en los centros hospitalarios del MINSA y de ESSALUD.
Es inadmisible que un paciente entre a un nosocomio a tratarse alguna enfermedad y salga contagiado de otra mortal que puede acabar con su vida, algo así como jugarse la vida a la ruleta rusa.
El caso emblemático de la señora Judith Rivera de 46 años de edad, infectada con VIH por transfusión de sangre contaminada, tras una operación quirúrgica en el Hospital Daniel Alcides Carrión, ha traído a luz pública las deficiencias del sector salud y los peligros a la que están expuestos los pacientes.
La profusa difusión mediática, del caso de la señora Rivera, tuvo como consecuencia que el Ministro de Salud, Carlos Vallejo, que conocía el caso desde Julio, y no había hecho nada para solucionar la problemática integral que el caso ameritaba, tuviera que declarar finalmente en emergencia de los bancos de sangre de todo el país.
El presidente García ha convocado hoy día a la señora Rivera y le ha pedido perdón por las deficiencias señaladas, anunciando que el estado la indemnizará con 300 mil soles y le donará una casa de los programas de Mi Vivienda o Techo Propio que desarrolla el Ministerio de Vivienda, además de brindarle la atención médica y la correspondiente provisión de retrovirales necesarios.
El mea culpa del primer mandatario es pertinente y oportuno, y enmienda la plana adoptada por el Viceministro de Salud, que había declarado que el estado no le daría ninguna compensación a la desconsolada señora Rivera. Era lo menos que se podía esperar, ya que no hay nada que pueda compensar la vida, pero en algo puede aliviar el sufrimiento de la desdichada mujer. De otro modo la paciente infectada hubiera tenido que recurrir a engorrosos y larguísimos procesos judiciales en busca de una indemnización económica, y en el caso de no obtener justicia localmente, podría haber recurrido a la justicia internacional donde se podría haber dictado una sentencia que obligue al estado peruano a una indemnización millonaria. El problema es el tiempo que hubiera tenido que transcurrir para tal fin.
El descargo esgrimido por el Ministerio de Salud se basa en que no hubo negligencia en el Hospital Carrión, sino que la muestra de sangre infectada con VIH, no pudo ser detectado porqué se encontraba en el período que se conoce como de ventana, donde no es posible identificar el mal.
De acuerdo a expertos, el ministerio debe adquirir reactivos de mejor calidad, y por ende de mayor costo, los que minimizan ese periodo de ventana, y por lo tanto reducen las posibilidades de riesgo de contaminarse con el virus de VIH-Sida. Además el gobierno debe promover una campaña intensiva de donación, para tener suficiente cantidad de sangre en los bancos de almacenamiento, de tal forma que ese período incierto-de ventana- no permitan que se almacenen muestras contaminadas.
Mientras tanto, no estaría mal, que si va a un hospital público y necesita una transfusión de sangre, se encomiende al altísimo y a todos los santos, para rezar que no le toque una muestra infectada con sida.
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Etiquetas: opinión, Política, salud
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