Los problemas de la carretera a Cabana trae cola y ha destapado el nivel de corrupción existente en las fuerzas armadas, una herencia del fujimontesinismo que ha continuado hasta nuestros días, y que la ciudadanía no se hubiera enterado si no fuera por la a pugna desatada entre el Comandante el Ejército Gral. César Reinoso y el Nro. 3 de dicha institución Gral. Rafael Hoyos de Vinatea.

El país entero ha visto la guerrita mediática de ambos militares con acusaciones mutuas que dejan mal parado a la institución de Bolognesi, que deja traslucir la forma como las empresas ligadas a la corrupción montesinista se reciclan y continúan operando al parecer con la complacencia de los mandos militares en sus diferentes niveles.

El problema generado con la carretera a Cabana desnuda la complicidad de los militares que han intervenido por parte del Ejército en la construcción de la citada vía, quienes no respetaron siquiera que se trataba de una obra prometida por el ex presidente Toledo a sus paisanos, quien tendría especial interés que la obra se concluya para cumplir su promesa electoral.

Estos militares han pasado al retiro y el general Hoyos ha pasado a disponibilidad, desde donde lucha por que se le reincorpore con todos sus derechos, acusando al alto mando del ejército, bajo el comando del Gral. Reinoso, de compras irregulares. Este a su vez reitera sus acusaciones y acusa a Hoyos de deslealtad para con su institución.

Lo más probable es que ambos generales sean finalmente pasados al retiro, porque ambos por lo menos tienen errores de gestión y responsabilidad funcional, que raya con la negligencia punible que no se puede aceptar. ¡Cuando el gato se duerme, los ratones se banquetean!

Ahora según los periodistas de la Unidad de Investigación del diario La Republica, Ángel Páez y María Elena Hidalgo, tomamos conocimiento que el Ejército ha anulado la compra de 30 mil uniformes por presunta corrupción, debido a deficiencias y favoritismos durante el proceso de adjudicación a tres empresas vinculadas con la mafia montesinista, adquisición que representaba casi 5 millones de soles y que estaba prácticamente consumada.

Por orden del Comandante General del Ejercito se ha anulado la compra de 29 mil 967 uniformes camuflados por un valor de 4 millones 235 mil soles, luego de determinarse que los proveedores cometieron irregularidades en el proceso de venta de estas prendas.

Las empresas afectadas con la decisión del general Reinoso son "Confecciones Representaciones y Comercio", "Military & Autdoor Products", "Consorcio SJT Comercializaciones" y "Business Interantional USA"; todas ligadas a una red empresarial montada por la familia Díaz Costa para proveer de bienes y servicios a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional.

Además está la empresa “Compañía Industrial Alfisa", perteneciente a Alfonso Lizaraso Alarcón, relacionado con el "cajero de Montesinos", el general Óscar Villanueva Vidal. Lizaraso está procesado por asociación ilícita y encubrimiento real por ocultar bienes de Villanueva Vidal y Víctor Alberto Venero.

Por referencias de empresarios nacionales, es muy difícil penetrar en las esferas de adquisiciones castrenses, si es que no se acepta la entrega de coimas a los mandos encargados de efectuar las decisiones de compras. Además se conoce que hay empresarios que forman verdaderas redes de empresas mediante testaferros para participar en las licitaciones y concursos. De esta forma, en algún determinado concurso alguna de ellas gana, y en los siguientes procesos ganan las otras empresas del grupo, inflándose así los precios para la respectiva “mordida”. De esta forma cumplen las formalidades de ley y se evitan competencias de otras empresas, que podrían tener mejores precios, pero que no es lo suficientemente conveniente para las respectivas “coimisiones”

Es importante que el Ministro de Defensa, ponga mano dura y empiece a moralizar las instituciones castrenses, desterrando practicas corruptas en las licitaciones, adjudicaciones directas y concursos de precios, colocando en la web del sector todos los procesos de adquisiciones, los cuadros de evaluaciones técnico-económicos y la participación de organismos de control como la Contraloría.

También debe efectuarse una investigación de todos los proveedores, para determinar sus sedes sociales, números telefónicos, socios y toda la información que permita desbaratar las redes de empresas ligadas entre si, según como ha sido su participación desde la época de la mafia montesinista. Esto permitirá detectar el reciclaje de empresarios corruptos que cambian de piel (testaferros) pero siguen por lo bajo con las practicas habituales que debemos desterrar, en pro de la transparencia y moralidad de las instituciones castrenses.

Etiquetas: opinión