Le pasó anteriormente a Toledo y ayer hiceron lo mismo con Alan García, le llovieron botellazos de agua, menos mal que botellas de plástico y también bolsas de agua. A nuestros políticos les gusta darse un baño de popularidad, en cosos cerrados como el estadio Nacional (Toledo) y la Plaza de Acho (García) y el asunto pone en apuros a los miembros de su seguridad que tienen que ingeniárselas para evitar que los proyectiles impacten en el blanco de turno.
Vídeo: Alan García fue recibido a botellazos en Plaza de Acho

Cabe recordar que lo que ocurrió en Acho no es la primera vez que le sucede al Presidente, pues algo parecido sucedió en Trujillo (maestros radicales le tiraron huevos y tomates) y en Puno (en Ayaviri otros maestros declarados en huelga indefinida le arrojaron tomates y naranjas podridas, huevos y otros objetos, algunos de los cuales le llegaron a impactar) en el 2007.

Ayer, Alan García quería celebrar el "Día del Dirigente Popular". Allí condecoró a cinco dirigentes populares con el Grado de Comendador, entre ellos a Nicasio Pichagua Basilio, Eulalio Vilcapoma Vásquez, José Chiquillanqui Yamamoto, Enrique Nerio Vílchez y Victoria Rodriguez Alarcón.

Por el mal rato, García se despachó contra el Congreso de la república, criticando el proyecto de ley que permitiría a los congresistas postular a cargos como alcaldías y presidencias regionales sin necesidad de renunciar, en lugar de dar leyes para el pueblo.

Bueno después de la experiencia, ya no creemos que a García le quede ganas de ir a un recinto cerrado, donde la población descontenta le haría pasar una especie de "callejón oscuro" para descargar sus iras.

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