La compulsión vendedora del gobierno

Si el gobierno de Alberto Fujimori se caracterizó por la venta de empresas del estado por miles de millones de dólares, (sólo la venta de la ex Compañía Peruana de Teléfonos, ahora en manos Teléfonica de España, representó una venta de mas de US$2 mil millones de dólares), el gobierno de Alan García pasará a la historia como el de la venta de los inmuebles del estado, por no decir de los remates, si tenemos en cuenta la irrisoria suma en la que han vendido contra viento y marea los terrenos de Collique, que nos deja sin la escuela de formación para la aviación civil.

Al final, de las millonarias ventas de empresas del fujimorato sólo quedó un "ripio" en la caja fiscal.

En el gobierno anterior de Alejandro Toledo se pretendió continuar la venta de empresas estatales que aún quedaba en posesión del estado, empezando por las empresas eléctricas de sur, pero el arequipazo frenó en seco aquellas intenciones vendedoras. Después de las violentas protestas en Arequipa, que frustaron la venta de las eléctricas, Toledo no se atrevió a poner en venta mas empresas públicas.

El actual gobierno aprista anunció en Agosto de este año, por intermedio de Jorge Villanueva, Super Intendente de Bienes Nacionales, la venta de 11 inmuebles, a saber los siguientes: los terrenos y edificaciones donde funcionan los ministerios del Interior, de la Producción y el de Comercio Exterior y Turismo, que representan en total 50,000 m2 de terrenos en San Isidro. También planean vender la sede del Ministerio de la Presidencia (5,500 metros cuadrados en el distrito limeño de Miraflores), la sede del Ministerio de Energía y Minas (12,000 metros cuadrados en el distrito de San Borja); así como la sede del Ministerio de Justicia, en Miraflores.

También estaba en el paquete, Cenfotour en Barranco; así como varios terrenos en San Borja donde funcionan Perupetro y el Instituto Nacional de Concesiones y Catastro Minero (Inacc). De igual forma los terrenos del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN); del Instituto Geológico Minero Metalúrgico (Ingemmet); y la sede del Organismo Supervisor de Inversión en Energía y Minería (Osinergmin), de la avenida Canadá, también en San Borja.

En Jesús María planean vender la sede del Ministerio de Agricultura, en la Avenida Salaverry.

Como se podrá apreciar, en aquel paquete anunciado por Villanueva no figuraba las 16 hectáreas de terrenos adyacentes al Cuartel General del Ejército que ahora el gobierno quiere vender y que ha motivado la reacción de los sanborjinos y de los ex comandantes generales del Ejército, quienes se han pronunciado en contra de tal despropósito gubernamental.

Para remate, el Ministro de Defensa, Ántero Flórez Aráos minimizando el asunto ha declarado socarronamente que allí hay instalados unos cuantos palotes para hacer unos saltitos, y luego ante la oposición de los vecinos de San Borja, ha rematado expresando burlonamnete que si no quieren que se venda porqué hay áreas verdes, que hagan su "chanchita" y compren esos terrenos.

Por lo visto alguien con buen ojo comercial quiere hacer pingues ganancias y le echado el ojo a esos preciados terrenos, que ahora Alan García, devenido en agente de corretaje, quiere vender. ¿No estará el grupo Graña detrás del negocio?

Ya el gobierno había puesto la puntería en varias sedes de los institutos armados para venderlos, tal como un terreno en Miraflores (Avenida del Ejército), donde funcionaba un cuartel del Ejército, o el fuerte Rimac entre otros, supuestamente para construir viviendas para el personal militar con el producto de los fondos recaudados. Ahora con la anunciada venta de parte de lo que se conoce como El Pentagonito en San Borja, se dice que se equipará los hospitales militares y se comprará medicinas.

Todas las ventas anunciadas habían pasado "piola", pero la reacción que ha generado la anunciada última venta, irá en aumento y ya el alcalde de San Borja ha anunciado que no permitirá el cambio de zonificación de los predios que ahora se pretenden subastar.

Por el momento se ha pronunciado los ex comandantes generales del Ejército, pero el asunto entre el personal activo está caldeado, no se pronuncian porqué no son deliberantes, pero sienten que están siendo avasallados por este gobierno.

Consultando con militares amigos de alta graduación, me expresaron su malestar. Un coronel del Ejército en actividad me manifestó por ejemplo, que el si los generales no le expresan al Ministro de Defensa su malestar por la venta, su silencio cómplice sería como el Acta de Sujeción del fujimontesinimo que vergonzosamente firmaron los Generales y Coroneles de aquel entonces ante Vladimiro Montesinos.

Alan García niega que la venta de parte de los terrenos del ejército aledaños al Pentagonito, dañe la dignidad de las Fuerzas Armadas, y minimiza las críticas en su intención de concretar un "buen negocio", estimado entre US$ 60 millones y US$ 80 millones por Bienes Nacionales. A lo que habría que sumar los 140 millones de dólares americanos estimados por la venta de los 11 inmuebles antes señalados.

Parece que el nuevo agente de corrataje instalado en Palacio, quiere concretar la operación de San Borja al caballazo, si es que se lo permitimos. ¿Será necesario una especie de Arequipazo para cortar esas pretensiones del nuevo agente inmobiliario con sede en Palacio de Gobierno?

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