Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han asegurado que la operación de rescate que permitió la puesta en libertad de Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes no fue una liberación sino una fuga, y acusaron de permitirla a los rebeldes que los vigilaban.

Gerardo Antonio Aguilar, alias 'César' y Alexander Farfán, alias 'Enrique Gafas' miembros del frente primero de las FARC detenidos en la 'operación Jaque'. (Foto: EFE)

"La fuga de los 15 prisioneros de guerra, el pasado miércoles 2 de julio, fue consecuencia directa de la despreciable conducta de César y Enrique, que traicionaron su compromiso revolucionario y la confianza que en ellos se depositó", dijo un comunicado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Se refieren a los mandos guerrilleros Gerardo Antonio Aguilar, alias 'César' y Alexander Farfán, alias 'Enrique Gafas' miembros del frente primero de las FARC que custodiaron a los rehenes y fueron detenidos en la 'operación Jaque' el pasado 2 de julio.

En el que constituye su primer comunicado tras la operación militar, los insurgentes añaden que siguen dispuestos a negociar con el gobierno de Álvaro Uribe acuerdos "que logren el intercambio [de rehenes de la guerrilla por integrantes presos] y además protejan la población civil de los efectos del conflicto".

Según informa el diario 'El Tiempo' de Bogotá en su edición electrónica, "a diferencia de anteriores comunicados, las FARC no mencionan su exigencia del despeje de [las regiones de]Pradera y Florida, en el Valle del Cauca, pero aseguran que continuarán buscando la libertad de sus miembros que están presos".

Ante los rumores de que las autoridades de Colombia habían pagado por el rescate, dieron a conocer un vídeo de la audaz operación militar.

Había comenzado a gestarse cinco meses antes, cuando el Ejército detectó a los tres rehenes estadounidenses mientras se bañaban en el río Aporió. Semanas antes, con la ayuda de Washington, se había colocado en algunos puntos de la selva unos sofisticados aparatos para enviar señales a un satélite. Ése fue el punto de partida de una idea que algunos consideraron una locura, usar los infiltrados en la guerrilla para hacer un montaje casi de película.

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