La Zarina Anticorrupción

Con el nombramiento de Carolina Lizárraga, al frente de la Oficina Nacional Anticorrupción, el país ha experimentado estos días esa clase de convergencia armónica reservada generalmente para esas ocasiones celestiales cuando la luna está en la séptima casa y Júpiter se alinea con Marte. Seducidos tal vez por la belleza de la joven “zarina anticorrupción”, o tal vez cansados por la escalada de escándalos que continuamente vemos en los diferentes niveles del actual gobierno, la mayoría de los medios y la población han recibido de buen agrado la última creación presidencial.

Así por ejemplo el decano de la prensa nacional, El Comercio, editorializa a favor de la flamante jefa de la ONA. Anoche en una encuesta que diariamente efectúa la Chichi Valenzuela en su programa nocturno, mayoritariamente la gente estaba de acuerdo con el nombramiento.

Pero la pobre Carolina Lizárraga, bautizada ahora como la Barbi anticorrupción, no sabe donde se ha metido. El flamante cargo no será el mundo de fantasía de la popular muñeca y ya empieza a encontrar piedras en su camino. Alan García, cual mofletudo Kent defiende a capa y espada a la bella dama. Pero más que a ella, con una verborrea que puede haber fijado un nuevo estándar para la inventiva distractiva, el presidente quiere dar la impresión de su implacable lucha contra la corrupción.

No importa respaldar a ministros donde son clamorosos los actos de corrupción en sus portafolios- léase Interior y Salud- lo interesante es calmar a los aves de “mal agüero que sólo ven lo anecdótico, lo negativo del gobierno” como García se refería a los medios que lo critican.

"El Perú no es propiedad de nadie para evitar las indagaciones que realizarán organismos como la recientemente creada Oficina Nacional Anticorrupción (ONA)", dijo el presidente Alan García, en respuesta a la fiscal suprema Gladys Echaíz, que con argumentos válidos había expresado que el Ministerio Público podría presentar una eventual acción de inconstitucionalidad, porqué la norma que crea la ONA contiene algunos artículos inconstitucionales.

En su cerrada defensa de la ONA y su Barbi, García hasta inventa nuevos términos para el idioma castellano, "Acabemos de una vez con eso del patrimonialismo: si no investigo yo, nadie debe investigar", remarcó un iracundo presidente ahora en Juliaca, donde participó de un Consejo de Ministros descentralizado.

Pero no es cuestión que el presidente rechace la hipotética presentación de un acción popular, para su flamante creación. Si no es el Ministerio Público, cualquier ciudadano la puede presentar, y si como señala la magistrada hay artículos inconstitucionales, el Tribunal Constitucional, no puede hacer otra cosa que declarar la inconstitucionalidad de la norma, con lo cual la estrenada Barbi anticorrupción se quedaría con los crespos hechos.

Por otra parte, la “independiente” jefa de la ONA, ya tuvo tremendo “patinazo” al decir, acorde con la versión oficialista, que en el caso del ministerio del Interior no hay nada que investigar por que no hay delito en el asunto de los patrulleros.

Pero Barbi, digo Zarina, si Ud. va a creer a rajatabla en la prédica del partido de gobierno, empieza mal. Según los oficialistas como no ha habido compra, no hay delito, ni el estado se ha perjudicado. En el cuento de terror patrulleros 1 -gestión de Pilar Mazzetti- se decía que el estado iba a recuperar el adelanto pagado a Gildemeister, y que con eso todo estaba solucionado. Últimamente, por palabras del propio, Jorge del Castillo, el estado aún no puede recuperar ese dinero. En patrulleros 2, con direccionamiento de bases, subasta inversa con un sólo postor, entre otras “perlas”, tampoco hay responsables, a pesar que la seguridad ciudadana se ve perjudicada.

En el caso de pertrechos antimotines, según ha denunciado el congresista de Alianza Parlamentaria Mario Peña, existe el riesgo de que no se ratifique el TLC con los EE.UU. porqué la empresa norteamericana, que sobrevaluó los citados pertrechos, ha manifestado que presentará un reclamo al senado de su país. O sea que la corrupción de funcionarios del Mininter podría tener consecuencias graves para el país, si es que los congresistas acogen el reclamo de la citada empresa.

Para tener credibilidad, hay muchos casos que debe investigar, así pise callos de respaldados ministros. ¿O es que acaso no son casos lo suficientemente grandes que merezcan la atención de la flamante jefa anticorrupción?

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