Tropezando con las misma piedra

Cuando el ahora renunciante ministro de agricultura el denominado “Chiquitín” Salazar firmó el acta de Tocache con los cocaleros vaticinábamos que no duraría mucho en el cargo.

Criticábamos que el ministro de Agricultura Juan José Salazar hubiera tenido que ir a negociar un asunto que no era de su competencia, porqué la erradicación de los cultivos ilegales de coca y la lucha contra el narcotráfico está en el ámbito de competencia del Ministerio del Interior.

Decíamos entonces que el ministro Luis Alva Castro no quería quemarse con esa papa caliente, que era la protesta de los cocaleros que habían paralizado la región.

Podría entenderse el traspiés del ministro Salazar en la misión encargada por parte del premier Jorge del Castillo, en Tocahe, a su inexperiencia en asuntos de drogas, y a su disciplina partidaria para aceptar ir al sacrificio ante la negativa del titular del Interior.

Luego de renunciar, Salazar salió de Palacio de Gobierno para tomar un taxi como cualquiera.

Pero si aquella vez quedó chamuscado, no entendemos como el ministro tuvo que tropezar dos veces con la misma piedra. ¿Porqué se comprometió con los cocaleros de la convención para sustraer al país de la Convención de Estupefacientes de Viena, que penaliza el cultivo de la hoja de coca? comprometiendo internacionalmente al país y generándole dolores de cabeza al gobierno del presidente García.

¿Nuevamente el ministro Alva zafó olímpicamente el cuerpo de tratar un asunto que atañe directamente a su portafolio? ¿Y donde queda la tan anunciada competencia de funciones que pregonaba el presidente García en sus charlas ante los principales funcionarios del estado hace algún tiempo atrás ?

Recuerdo esa charla donde García decía precisamente del sector agricultura, que había un proyecto en la selva de índole educativa que estaba manejando el ministerio de agricultura, y el presidente se preguntaba ¿qué hace Ud con ese proyecto?.... páselo al ministerio de educación. Se explayaba el primer mandatario explicando, tenemos un estado mutante... decía, es algo así como si a un ser humano le saliera de pronto un hueso de mas en el hombro... o sea un mutante.

Ilustrativo ejemplo que parece que el ministro Salazar no entendió; si no, no habría cometido el mismo error con los cocaleros.

Es lamentable, porqué al parecer se trata de una persona honesta y sincera, pero que peca de inocente y no tiene las mañas políticas de su colega del Interior, que es una as esquivando papas calientes.

Para remate, como para decir no me defiendas compadre, un defensor de los cultivos de la coca como Ollanta Humala ( por algo ha llevado al parlamento a furibundos cocaleros) dice que respalda al extraviado ministro Salazar.

Al presidente García no le queda otra que deshacerse de su inocente ministro y reemplazarlo por otro, que esperemos sepa ponerse en su sitio y no meterse en asuntos que no le competen .

Por otra parte el presidente García acorde a su magistral charla del cuerpo mutante, debe exigir que cada ministro cumpla su función. En este caso en particular, el asunto de los cocaleros le corresponden a De Vida y al Ministerio del Interior.

Vínculo