Cuando Obama encontró a Hillary
"Estoy orgulloso de que Hillary Clinton sea mi amiga". Esta frase no tendría nada de especial si no fuera porque el que la pronuncia es Barack Obama. Hace unos meses, cuando competían por ser el candidato demócrata a la Casa Blanca, parecían enemigos irreconciliables pero este lunes escenificaron en Orlando el comienzo de una nueva relación.
Clinton y Obama han unido sus fuerzas para captar el voto anticipado. Desde horas antes, miles de ciudadanos de Florida han acudido a ejercer el sufragio y en la campaña del candidato demócrata saben la importancia de asegurase un estado en el que los últimos momentos de las votaciones son históricamente complicados.
Desde el mes de agosto, cuando se celebró la Convención Demócrata no se les veía juntos. Pero en el Amway Arena aparecieron radiantes. Ella con un traje oscuro, él, informal, en mangas de camisa. Realizaron sus discursos uno al lado del otro. Ríendose los chistes y jaleándose los ataques a los republicanos.
El candidato inició su exposición gritando a los cuatro vientos el nombre de su nueva amiga: "Hillary, Hillary, Hillary...". El público le seguía mientras el movía lo brazos como un entrenador de fútbol buscando apoyo para una remontada.
Aires de triunfo
Y es que en el acto de campaña demócrata se respiraba, a diferencia de la anterior visita de Obama a Florida, un aire de victoria. El candidato se mostraba emocionado por la sorprendente adhesión de Colin Powell mientras Hillary se dedicaba a darle al candidato republicano donde más les duele: la comparación con Bush. "Nada va a cambiar si no hay un cambio en la Casa Blanca".
El ingenio y la ironía lo puso Hillary y la emoción y la poesía Obama. A muchos asistentes al acto de Orlando se les pasó por la cabeza qué hubiera pasado si el orgulloso candidato hubiera aceptado a la ex primera dama como compañera en su boleta. "Con tu ayuda Estados Unidos renacerá de las cenizas de los Bush", atacaba Clinton aprovechando un juego de palabras: "ashes the Bushes". Después cambiaba el piropo a Sarah Palin "Drill, baby, drill!" ("¡Perfora, nena, perfora!") por una nueva versión:"Job, baby, Job" (Trabajo, nena, trabajo).
Mientras su ex enemigo provocaba abucheos y gritos contra el dúo McCain-Palin, Obama habló de nuevos amaneceres: "En quince días llevaremos la luz de sol a la Casa Blanca".
"Os pido que trabajéis tan duro por Obama como antes lo hicisteis por mí". Era la frase final que escenificaba la rendición de Clinton. La prueba de que hasta el matrimonio que ocupó la Casa Blanca durante ocho años cree que Barack Obama puede hacer historia".
Así lo presentó Hillary: "El nuevo presidente de los Estados Unidos...". No ocurrió en la Casablanca sino en Orlando pero parece que fue el comienzo de una hermosa amistad. Al menos si de aquí al 4 de noviembre no se tuercen las buenas expectativas del equipo demócrata.
Etiquetas: internacional
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