Tal vez esté mal decir que vuelven los chuponeos, ....¿es que acaso alguna vez se terminaron?. La denuncia del periodista Juan Paredes Castro, editor central de Opinión y Política del diario El Comercio sobre la interceptación (chuponeo) de su línea telefónica domiciliaria, sacan a la luz una práctica ilegal que nos recuerda la época del gobierno fujimontesinista, donde se chuponeaba las comunicaciones de periodistas críticos al régimen , de políticos opositores, de empresarios; en fin, de todo personaje que pudiera representar un peligro para los fines de la dupla Fujimori – Montesinos para perpetuarse en el poder.

En el presente caso, no podemos señalar al gobierno del presidente García de orquestar un plan de espionaje telefónico de periodistas, aunque tampoco podemos negar que todo gobierno quisiera saber de antemano por donde soplan los vientos, para adelantarse a los hechos y tener planes de contingencia ante sucesos que pudieran jaquearlo.

Lo que queremos decir es que los organismos de inteligencia del estado procuran obtener información sobre diversos aspectos de la coyuntura política nacional y después elaboran sus informes para que el poder político (Poder Ejecutivo) tenga herramientas para la toma de decisiones. Ahora bien, esa obtención de información muchas veces se realiza no de forma ortodoxa y legal, sino mediante escuchas subrepticias. ¿Sabe el poder político la forma como se consiguió esa información relevante?. Tal vez no, y en todo caso se hace de la vista gorda, si con eso puede tener un manejo de lo que se cocina políticamente y puede adelantarse a los hechos.

Muchas veces los organismos de inteligencia se desarrollan autónomamente chuponeando a los miembros del propio gobierno al que sirven. Es el caso de Edgar Hoover, el todopoderoso ex jefe de la CIA norteamericana lo que le significaba un tremendo poder, por lo que pudo dirigir dicha institución por muchos años y en varios gobiernos, independientemente de si eran demócratas o republicanos.

En el caso de nuestra política criolla, debo compartir una anécdota ocurrida en el primer gobierno de Alan García, según me refiere una fuente amiga, asesor en aquel entonces del ministro del Interior . Estaba conversando por teléfono el ministro del Interior, asuntos de su sector, cuando se le cruzó la línea con una conversación del ministro de Trabajo. ¿Cómo era posible que se crucen dos conversaciones de dos ministros; uno, cuyo despacho estaba en Córpac – San Isidro- y otro ubicado en Jesús María?. Técnicamente era imposible que se crucen dos conversaciones, porqué los dos ministerios eran atendidos por centrales telefónicas de la ex Compañía de Teléfonos ubicados en diferentes distritos.

La fuente me refiere que el Ministro del Interior ordenó hacer una “limpieza”para ver si encontraban los dispositivos interceptores, no logrando ubicarse dispositivo alguno. La explicación es que el cruce debió haberse producido en una de las máquinas grabadoras en la central de interceptación de las Fuerzas Armadas. Por aquel entonces se cocinaba la unificación del Ejército, La Fuerza Aérea y la Marina en lo que sería el Ministerio de Defensa. Todas estas instituciones tenían sus organismos de inteligencia, y entre otras cosas se espiaban entre ellas.

Para las conexiones clandestinas estos organismos de inteligencia se valían de operarios que trabajan en las centrales telefónicas de la ex CPTSA, y seguramente sigue sucediendo hasta ahora con Teléfonica. En los MDF (Main Distribution Frame) donde se concentran todos los hilos telefónicos que salen hacia los abonados se ponen en paralelo a la línea de la persona chuponeada y de allí se deriva hacia la central de interceptación, pasando muchas, por varios centros de alambre, lo que significa una concertación de varios operarios de diferentes locales la compañía telefónica.

Aquí también debo compartir otra historia. Un familiar, alto ejecutivo de la compañía de Teléfonos, haciendo una inspectoría por muestreo en el MDF de una central telefónica encontró que estaban chuponeados los teléfonos de varios políticos y que esos pares telefónicos se dirigían a las Palmas donde entre otras instalaciones se encontraba la sede del SIN. Lo comunica confidencialmente a su gerente general y este ordena que levanten esos pares telefónicos subrepticios, orden que se cumplió. Pero cual sería su sorpresa , que a los pocos días encontró reistaladas las conexiones clandestinas. Esos organismos de inteligencia tiene personal de esos centros de comunicaciones a los que debe pagarles para hacer esos trabajos clandestinos.

Las anécdotas que hemos contado, demuestran lo complejo que será investigar la procedencia del dispositivo de chuponeo del periodista del Comercio, sobre todo teniendo en consideración que muchos de los equipos de la mafia fujimontesinista que nos gobernó, están inubicados luego del colapso de ese régimen y están en poder de particulares que venden información.

El dispositivo encontrado es del tipo de un transmisor cuyo receptor debe estar en un radio de pocas cuadras del lugar donde fue encontrado.

No estaría mal que periodistas y políticos hagan revisar sus líneas para ver si están siendo también chuponeados.