Vocación de broadcaster

El último escándalo que ha salpicado al gobierno, es el reparto poco transparente de la torta publicitaria del estado (por no decir turbio), donde se favoreció a Red Bicolor de Comunicaciones (RBC Televisión)-canal 11- del hermanon Ricardo Belmont Casinelli, el canal positivo y de programación peruana, en el que hacía sus pininos como broadcaster, el delfín del premier Jorge del Castillo, su hijo Miguelito del Castillo; que fungía de Asesor de la Alta dirección del canal.

Aspirante a broadcaster: El hijo del premier, Miguel Del Castillo

No queremos adentrarnos en los pormenores del asunto, que ya son de dominio público, porque han salido en programas como el de Rosa María Palacios (Prensa Libre), y luego se han difundido en los medios escritos. En la blogósfera criolla, blogs como Pepitas Punto Com y Desde el Tercer Piso desmenuzan el tema prolijamente. Simplemente resumiremos el asunto diciendo que canal 11 recibió S/. 283,967 en lo que va de este año, de publicidad estatal, a diferencia del año 2007 donde no recibió nada, por su escasa sintonía y su pobre cobertura, sólo local (parte de Lima).

Es sintomático que ahora que está de asesor el delfín del primer ministro Del Castillo, les llegue ese generoso reparto publicitario. Ya era extraño que el 11, canal que nadie veía, haya servido para que Jorge Del Castillo anunciara la primicia de su remozado nuevo gabinete ministerial. Total, había que levantar la imagen del alicaído canal, para justificar acciones posteriores.

En materia de publicidad televisiva, dicho monto es una bicoca, pero por algo se empieza, si se tiene de por medio los buenos oficios de tener una buena palanca que llega al útero del gobierno. Los medios suspicaces pintan el asunto como una forma de que el vástago del premier se gane un “sencillo”. Seguramente, si no habían pitos ya vendrían sumas mayores.

Nosotros vemos la cosa diferente. El asunto trae a colación la vocación de broadcaster en la sombra de nuestros políticos criollos, aprovechando las ventajas que les da el detentar el poder.

Veamos la cosa en retrospectiva. En el primer gobierno de Alan García comenzó a circular el rumor de que el entonces presidente estaba haciendo sus movidas para hacerse con el control de algunas radios en provincias y en materia de televisión quería comprar canal 13, operada por Empresa Radiodifusora 1160 S.A. del empresario Vittorio de Ferrari. El talán salió de los mismos predios del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, por funcionarios descontentos.

Al parecer el plan de García apuntaba hacia el futuro para tentar un posible retorno a Palacio de Gobierno. Lo de canal 13 se cayó, pero lo de las radios, habrá que ver que compañeros gestionan algunas emisoras en provincias.

Durante el fujimorato es conocido gracias a los vladivideos que el súper asesor del chino, su hermano siamés Vladimiro Montesinos, compró las lineas editoriales de los principales canales de TV. comprando paquetes de acciones de dichos medios. Incluso quiso tener el canal propio, comprando Cable Canal de Noticias – entonces, Canal 10 de Cable Mágico- con la finalidad de apoyar su proyecto de enquistarse en el poder por 20 años.

En la era Toledo, el díscolo Alvarito Vargas Llosa, entonces amigo personal y asesor de campaña de Alejandro Toledo, denunció conjuntamente con Jaime Bayly que el “Cholo” había tratado con un millonario extranjero, la adquisición de alguno de los canales grandes que habían sido controlados por la mafia fujimontesinista.

Toledo salió elegido presidente y se chupó y no le retiró la licencia a los canales grandes, la mayoría de los cuales le hicieron la vida a cuadritos, y se tornaron en acérrimos críticos de su gestión gubernamental, destacando los errores del régimen, pidiendo inclusive la vacancia presidencial.

Conscientes de la importancia de los medios electrónicos en la política actual, no es descabellado pensar que el gobierno, quiera hacerse con el control de un medio televisivo “independiente”, para difundir su obra, que se sume a canal 7 que al parecer está siendo apristizado.

Pero sobre todo, dicho canal, repotenciado, sería una poderosa herramienta para la futura campaña presidencial, donde todo apunta quie el buen Jorgito Del Castillo sería el abanderado del partido de la estrella.

Lo que el premier no contó, con el desmentido propósito de compra, era que su bisoño retoño anunciara la adquisición de un paquete accionarial del 40% de RBC Televisión. El chico no había aprendido la lección que en esta materia las cosas se hacen por lo bajo. Es decir broadcasters en la sombra. Aunque, al final, la cosa siempre se sabe. Uds. que dicen.

Ahora Miguel Del Castillo ha presentado su renuncia irrevocable a canal 11, con lo que el gobierno trata de capear el temporal, pero hay que estar atentos al contenido de dicho canal. No vaya a ser que la operación se lleve a cabo por lo bajo. Aquí, como en dicho bíblico, reza aquello que dice, que por sus actos los conoceréis.

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