El "NO" a Majaz

Tal como era de esperar, la población de los tres distritos, Ayabaca, Pacaipampa y El Carmen de la Frontera, en la región Piura, donde se desarrollaron las consultas sobre el proyecto minero Río Blanco de la empresa Majaz, dijeron NO a la minería en la zona.

Este fue un no al desarrollo, un no al progreso de sus comunidades, un no a una mejor educación, un no a una mejor alimentación, un no a salir de su pobreza endémica. Esta fue una votación para que el statu quo siga igual, para que estos pueblos continúen con un índice de pobreza de mas del 90%. Pobre país donde la ignorancia de su gente no les permite ver mas allá de su pobreza, donde la manipulación de quienes dicen defenderlos, hará que la desnutrición haga presa de sus niños y continúen el circulo vicioso de la pobreza.
Los electores llegaron desde los más lejanos pueblos para cumplir con la consulta popular. Muchos de ellos durmieron en las plazas públicas a la espera de que abrieran las mesas de sufragio (Foto diario La República).

Como si fuera el libreto de una muerte anunciada, en este caso el de la minería en la zona, el pronunciamiento de los pobladores fue mayoritario, registrándose finalmente que quienes se inclinaron por el NO superaba el 90% en los tres distritos. Sin embargo en los predios del ejecutivo minimizaron el resultado, expresando que el mismo era un fiasco. Según lo expresado por el presidente del Consejo de Ministros, Jorge del Castillo, el fiasco se debía a que pese a la "inversión millonaria" que hicieron los organizadores, el ausentismo fue del orden del 50% .

Además de Transparencia, fue notorio advertir la presencia de ONG de diferentes partes del mundo, suponemos que convocadas por las ONG antimineras para que les sirvieran de observadores y cajas de resonancia en el mundo sobre su eficaz gestión en contra del desarrollo de la minería nacional, y así justificar su labor y los jugosos cheques que reciben.

Si bien la votación se desarrolló con normalidad, sin violencia, la misma no contó con la difusión de los puntos de vista esgrimidos por la empresa minera ni por el estado, debido principalmente a la intolerancia de sus promotores, que ya hemos descrito anteriormente.

Al haberse desarrollado la consulta popular sin los requerimientos de ley, el resultado de la misma no obliga al estado, porqué la convocatoria no tuvo la participación de los organismos electorales pertinentes (Jurado Nacional de Elecciones, ONPE, RENIEC), además de los vicios antes señalados, por lo tanto no es vinculante; sin embrago el gobierno lejos de un nervioso triunfalismo debe buscar los caminos tendientes a revertir la percepción ciudadana de esas zonas.

Como habíamos dicho, son gente de extrema pobreza, con poca o ninguna educación, analfabetos y en general personas simples fácilmente manipulables a la eficaz acción de las ONG antimineras, elementos ultras de izquierda y políticos que aprovechan cualquier movimiento para colgarse de la protesta popular para mantener su vigencia y difundir sus ideas anquilosados en el pasado. ¿Sino porque habían panfletos de Ollanta Humala posando al lado de la congresista nacionalista, Marisol Espinoza, incitando a la población a decir: “No”?

Menuda tarea tiene el gobierno para lograr entablar un diálogo con los pobladores de los tres distritos de la consulta popular y hacerles ver las bondades de aceptar el desarrollo de una minería tecnificada, con tecnología de punta, una minería que va a permitir abrir caminos y vías asfaltadas, que va a traerles progreso y bienestar, que va generar puestos de trabajos para ellos y para sus hijos. En resumen una minería donde ellos pueden formar parte de la supervisión nombrando a entidades diferentes a las del estado y de la minera para supervisar la calidad del agua, del aire y de su entorno en general, cuidando que éste no se deteriore.

La hora de la inversión es ahora en que los precios de los minerales todavía están altos y no que queden enterrados para que en futuro el desarrollo de la tecnología y los precios determinen la caducidad de ese recurso ahora valioso.

Que no pase lo que ya está sucediendo en Tambo Grande donde la eficaz acción de las ONG antimineras no permitió la instalación de la gran minería, lo que ha devenido en la minería informal de pobladores- que con su labor de minería de subsistencia- estén contaminando las aguas de los ríos que riegan los valles piuranos. Que no pase tampoco lo que sucedió con el gas de Camisea, que por la protesta de políticos caducos (aunque en esos tiempos todavía tenían alguna vigencia en medio de un mundo bipolar) que determinó que el entonces presidente Alan García se acobardara y deje de lado el proyecto, quedando el recurso enterrado por 20 años en el subsuelo, en lugar de generar desarrollo para el país.

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