Rafael Correa ganaría reelección en primera vuelta

El Gobierno ecuatoriano, en moratoria de pagos desde diciembre, ofrece recomprar su deuda exterior a un 30% de su valor
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, se dirige a los comicios generales del domingo con una amplia ventaja que le aseguraría la reelección sin necesidad de una segunda vuelta. El mandatario obtendría un 50% de los votos, según una encuesta difundida ayer. Correa necesita al menos un 40% de los sufragios para ganar la presidencia en la primera vuelta. Unos 10,5 millones de ecuatorianos participarán en las elecciones, donde se elegirá al presidente y vicepresidente de la república, a 221 alcaldes y 1.581 concejales municipales y se renovará la Asamblea Nacional (el Parlamento).

Ante los comicios, el Gobierno de Ecuador anunció también ayer recomprar su deuda, en moratoria de pagos desde el año pasado, al 30% de su valor nominal, unos términos ligeramente mejores a los esperados por el mercado. En diciembre de 2008, el país suramericano dejó de pagar bonos que agrupan un capital de 3.200 millones de dólares (unos 2.476 millones de euros), alegando que su emisión había sido "ilegal".

La propuesta, estudiada por el Gobierno de Correa junto a asesores franceses e ingleses, daría a los acreedores unos 30 centavos por cada dólar de deuda.

Algunos analistas advierten que si la recompra fracasa, Correa se arriesga a hundir a su país en una crisis financiera que dañaría su popularidad. Pese a que la economía ecuatoriana creció un 6,5% en 2008, Ecuador no se ha librado de los efectos de la crisis mundial. Los bajos precios del petróleo, la principal exportación del país, y la pronunciada caída de las remesas afectarán al país suramericano. La oferta de recompra indica que el Gobierno busca una solución rápida a la disputa. Una negativa de los acreedores sumiría a su país en una dura batalla legal que le mantendría cerradas las líneas internacionales de crédito.

Elegido en 2006, Correa ha logrado cierta estabilidad política después de que sus tres predecesores fueran derrocados por protestas callejeras, alentadas por la frágil economía ecuatoriana.

En septiembre del año pasado, Ecuador aprobó en referéndum una nueva Constitución, que además de permitir la reelección inmediata, fortalece las medidas sociales sobre las que el mandatario ha consolidado su popularidad. Reparar los lazos con los acreedores es vital para mantener ese respaldo.

El presidente ecuatoriano ha reconocido que su Gobierno necesita unos 1.500 millones para cubrir el déficit fiscal; otros analistas prevén que la cifra podría superar los 3.000 millones. La deuda de Ecuador -unos 10.000 millones de dólares- equivale a un 19,7% de su producto interior bruto (PIB).

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