Fritzl admite el delito de incesto pero niega los de asesinato y esclavitud
Por primera vez, se dejaba ver en el proceso el rostro del 'monstruo'. Y, por primera vez, ese 'monstruo' —Josef Fritzl, el hombre acusado de secuestrar y violar repetidamente a su hija Elisabeth durante 24 años— se enfrentaba al testimonio completo de su víctima.

Durante la segunda jornada del juicio a Fritzl, se ha terminado de visionar el vídeo en el que Elisabeth relata su "martirio inimaginable", en palabras de la fiscal que ejerce la acusación pública.

En apenas 11 horas de grabación, la mujer concentra sus 8.461 días de cautiverio, las violaciones, los siete hijos que dio a luz en el sótano y su vida en un habitáculo de 60 metros cuadrados, sin ventilación ni luz natural.

El monstruo "vio las grabaciones con gran atención y preocupación", dijo el portavoz del tribunal, Franz Cutka. Era el primer 'encuentro' entre Fritzl y su víctima desde que fuera liberada el pasado abril.

También vio Fritzl el testimonio de Harald, uno de los hijos que vivían en la casa que había sobre aquel zulo donde permanecían ocultos Elisabeth y los hijos que iba pariendo. De este vídeo, de una hora de duración, no se había hablado hasta ahora.

Elisabeth y su hermano son los únicos de la familia que han querido prestar declaración. Ni Rosemarie, la esposa de Fritzl, ni los hijos-nietos del carcelero declararán en este proceso, que podría terminar este mismo jueves. De hecho, el testimonio fue un nuevo martirio para Elisabeth, que no comparecerá en el juicio. "[La grabación] llevó varios días y fue una experiencia muy estresante para la víctima", explicó el portavoz Cutka.

'No es un monstruo'
Durante la proyección del vídeo, el jurado popular, la fiscal y la defensa de Fritzl interrogaron también a un neonatólogo sobre la presunta responsabilidad del acusado en la muerte, en 1996, de uno de los siete niños que concibió con su hija.

La Fiscalía argumenta, basándose en el testimonio de Elisabeth, que el carcelero ignoró las peticiones de su hija para que dispusiera ayuda médica para el recién nacido por los problemas respiratorios que sufría. Esta imputación —que niega el acusado— puede costarle a Fritzl una pena de cadena perpetua.

El abogado de Fritzl defiende que su cliente se preocupaba por su hija y los niños, a los que trataba "como una segunda familia". "Sin duda algunos de sus actos fueron monstruosos", declaró el letrado, al tiempo que rechazaba los retratos que los medios de comunicación hacen como de un ser tremendamente malvado: "Un monstruo simplemente se habría deshecho de todos los testigos".

Fuente